Mafia de la tierra que operó en gobiernos anteriores remató soberanía territorial

Paraguay, la Patria Sojera

Paraguay parece la tierra prometida, no precisamente para los campesinos paraguayos/as, que en un número escandaloso de 300.000 familias  no tendría acceso a un pedazo de tierra para cultivar, sino para sojeros extranjeros y terratenientes que convirtieron nuestro país en la patria sojera. De acuerdo al informe de la intervención del Indert a cargo del Dr. Emilio Camacho, “se crearon colonias durante la dictadura militar al solo efecto del robo de tierras públicas”. Miles de hectáreas quedaron en manos de personeros de gobiernos anteriores colorados del entorno del Gral. Stroesner como Andrés Rodríguez, Alejandro Cáceres Almada, Arno Lodeke, José Félix Grau, Humberto Dominguez Didd, entre otros. Estas supuestas colonias tienen  grandes extensiones de cultivos mecanizados, actualmente soja y maíz, que se estima ocuparían casi el 90 por ciento de la superficie total de Ñacunday II y  en el caso de Ñacunday I, donde abarcarían el 70 por ciento de la superficie. Los cultivos llegan hasta el borde de los caminos.

Por más que la prensa conservado intente instalar que el problema se generó durante la nueva era de cambio Veamos las irregularidades encontradas en las intervenciones de campo, en un avance del informe presentado por el INDERT, que desnuda como opera la mafia de la tierra en los gobiernos colorados tanto de la dictadura como de la transición, que dejó la más pesada herencia, ya que el poder judicial sin democracia se opone tenazmente al proceso de recuperación de tierras públicas puesta en marcha por el actual gobierno de Lugo. La soberanía territorial está invadida.

 

 

      Las colonias fueron habilitadas sin el plano correspondiente, solo con un croquis donde aparecen delimitados los lotes con los nombres de los beneficiarios, entre ellos personas del entorno del gobierno de Alfredo Stroessner, como Andrés Rodríguez, Alejandro Cáceres Almada, Arno Lodeke, José Félix Grau, Humberto Domínguez Dibb  y otros.

      Se constató la existencia de grandes extensiones de cultivos mecanizados, actualmente soja y maíz, que se estima ocuparían casi el 90 por ciento de la superficie total de Ñacunday II. No así en el caso de Ñacunday I, donde abarcarían el 70 por ciento de la superficie. Los cultivos llegan hasta el borde de los caminos.

      En el área restante se ubican pequeños productores, dedicados a cultivos de subsistencia.

      Dentro de Ñacunday I se encuentran otras colonias del INDERT, como Vicente Ferrer (228 Ha), Nueva Jerusalén (1200 Ha) y José Félix Estigarribia (1314 Ha).