OPINIÓN: Mi Voto por el Referéndum

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No soy abogado, soy periodista y como tal la palabra ha sido siempre mi herramienta de trabajo de comunicador. Tengo un profundo respeto por ella ¿Y? He leído los textos constitucionales que hoy son motivo de crispación ciudadana y no tienen una interpretación indubitable, marcadamente clara y contundente. Hay rendijas abiertas a más de una interpretación. Con pena debo decir que quienes redactaron esa parte de la Constitución fueron tremendamente ineficientes.

Recuerdo aún la redacción del diario alfombrada de bollos de papel con textos que el redactor consideraba que no llevaba el contenido adecuado, la comunicación correcta de lo que quería exponer. Había que redactar de nuevo la información y ajustarla a su real propósito.

Eran aún tiempos de máquina de escribir. Los redactores constitucionales o los correctores de estilo, no hicieron bien su trabajo.

Tengo la sospecha de que muchas leyes tienen tremendos problemas de redacción porque en mi tiempo de cronista, una de las anécdotas más preocupantes que se contaba en los pasillos judiciales era la de un abogado que le decía a su cliente que el artículo 3º de la Ley bajo la que caía su caso, no era claro y que si bien el inciso ¨a¨ estaba a su favor, el inciso ¨e¨ estaba en su contra. Por claras contradicciones en el texto legal.

Como no soy abogado, he tenido que leer a destacados profesionales del derecho opinando sobre el tema constitucional que nos ocupa y preocupa. Unos a favor y otros en contra y no se ponen de acuerdo. Claramente hay interpretaciones posibles y la discusión puede prolongarse pero es evidente que no se llegará a una situación unánime.

La técnica parlamentaria, para casos de discusiones interminables establece que la votación es la salida. Entonces, el presidente del organismo legislativo dice que se agotó el debate y pide que los que están a favor de… y en contra de… levanten la mano y se resuelve la discusión.

No hay otra. La votación es la salida que la democracia establece para casos así. En el fútbol se tira la monedita o se patean penales. Sobre si se hace o no el Referendum ni una ni otra son opciones válidas mas que la votación.

Tampoco es conducente cerrar calles, incendiar edificios públicos, pasar las noches en vela, destrozar vidrieras comerciales. La pasión por una u otra postura es buena pero nunca al punto de llegar al fratricidio ¿Cómo salimos de ésta? La democracia estableció el sistema: hay que votar.

¿Por qué queremos que decidan 25 parlamentarios o 30?

No, votemos millones de ciudadanos. No nos pueden comprar a todos y es el método más adecuado y justo. En vez de ir a la calle, vamos a las urnas y ahí decidimos todos, no 4 o 5 medios de comunicación cuyos dueños -dueños de gran parte de la economía paraguaya- tienen y defienden intereses que son suyos y no de la mayoría.

Que la urna decida porque entonces se podrá decir que todos decidimos y no tendremos el pretexto de culparle a nadie.

Mi voto por el Referéndum.

(*)Del muro de Facebook
Carlos Alberto Rodriguez
Experiodista de ABC Color, consultor en Comunicación y realizador audiovisual.