CUMBRE IBEROAMERICANA: PARAGUAY SALIO BIEN PARADO
En los veinte años de vida que tiene la Cumbre Iberoamericana, difícil es encontrar la unanimidad que consiguió el Gobierno de Paraguay en ésta que organizó este fin de semana en nuestra capital, con participación de 22 delegaciones nacionales, y convocada para decidir la Transformación del Estado para servir al Desarrollo Social.
El encuentro de mandatarios fue precedido por críticas de la oposición interna, sin argumentos válidos, sólo usadas como pretexto para nuevos ataques al Presidente Fernando Lugo, y también por personalidades del exterior que consideran que este tipo de conferencias muy poco sirven para resolver los graves problemas que aquejan a los pueblos, lo cual sí tiene asidero.
Ese segundo motivo de rechazo se alimenta por la ausencia de interés de la mayoría de los actores de la Cumbre de enfocar los debates acerca de la necesaria transformación del Estado en su estructura y no sólo en su administración, como se desprende de la propuesta inicial, la cual, por esa misma inocuidad, ha concitado tanta adhesión de gobernantes.
Sin embargo, analizada la conferencia desde la óptica nacional paraguaya y de sus intereses como nación, hay varios elementos que consagran un innegable acierto del Poder Ejecutivo que, por primera vez, consiguió plantear importantes problemas internos ante un foro de esa magnitud y conseguir un acompañamiento mayoritario.
OCDE Y CEPAL EXIGEN A LOS GRANDES QUE PAGUEN IMPUESTOS
Por ejemplo, la influyente Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la persona de su Secretario General, el mexicano Angel Gurría, denunció en la plenaria que Paraguay “es el único país que no tiene impuesto sobre la renta a las personas físicas”, además de tener “una carga fiscal de sólo 13 por ciento”.
No se le puede exigir a ningún gobierno ni a ninguna administración pública que dote de los servicios mínimos a la población, cuando los ciudadanos no están dispuestos a dotarle de los medios mínimos, al negarse a impuestos, recalcó Gurría, en consonancia con Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien afirmó que para ofrecer políticas sociales, de educación, inversión y desarrollo productivo, es necesario fortalecer la calidad y efectividad de las políticas monetaria y fiscal.
Lugo, quien desplegó una intensa actividad, presidiendo todas las mesas de trabajo, sostuvo que en la coyuntura actual del mundo, se impone una nueva misión del papel del Estado, con mayor participación en su gestión de promotor de la transformación productiva y el desarrollo socio económico de los pueblos.
La crisis que se vive en el planeta, demuestra la incapacidad de los modelos adoptados para contribuir a generar un crecimiento sano y un desarrollo justo e inclusivo, metas a perseguir de urgencia en nuestra región que continúa siendo la de mayor índice de desigualdad, y de mayores brechas y asimetrías regionales a superar.
El Canciller Jorge Lara Castro, por su parte, afirmó que “la crisis nos presenta la necesidad de recuperar al Estado del predominio y de la lógica del mercado, (con el fin) de superar su debilidad con relación a la globalización de la pobreza, de la miseria y de las exclusiones”.
TAMBIEN HUBO PRONUNCIAMIENTO CIVIL Y VARIOS ACUERDOS
Paralelo a la Cumbre, se realizó el Encuentro Cívico Iberoamericano, que se pronunció acerca de la crisis económica, sus causas y posibles salidas, la pobreza, equidad de género, derechos laborales y la monopolización de los medios de comunicación, entre otros temas de singular trascendencia social.
Paraguay suscribió un acuerdo de Aplicación del Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, mediante el cual los migrantes podrán totalizar los períodos de cotización o empleo cumplidos en cada uno de los países donde hayan trabajado, revalorizando pensiones y el cobro en el extranjero en reciprocidad de trato, con Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, España y Uruguay, y posibilidad de extensión a Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Perú, Portugal y Venezuela.
El convenio, el primero que une a Latinoamérica con Europa, representa un mecanismo de protección social de la población emigrada-inmigrada, unos 600 millones de personas, incluidas las empleadas por las empresas transnacionales.
Durante la Cumbre, el gobierno paraguayo firmó contrato con el Reino de España por la donación de 60 millones de dólares para dotar de agua potable a indígenas y familias de escasos recursos del Chaco y ciudades intermedias de 10 a 100 mil habitantes, más un préstamo del BID por otros 20 millones, que beneficiarán a unas 350 mil personas, entre ellas 46 mil indígenas, según comunicado de Hacienda.
Asimismo, los Coordinadores de la Cumbre suscribieron cuatro programas de cooperación económica y social, que comprenden a las poblaciones fronterizas, en infraestructura, producción, cultura, propiedad industrial, con relación a las patentes y al intercambio de experiencias en ese sector, y planes para los adultos mayores, y otros denominados iberobibliotecas y fomento de la música.
En el informe final del Canciller Lara Castro, figuran 57 acuerdos alcanzados en la preparación de la Cumbre, “un hecho que prueba que en la diversidad y pluralidad, coincidimos en la necesidad de fortalecer nuestros Estados para cumplir el rol efectivo en el desarrollo integral, con el ser humano como centro”.
Destacó que se elaboraron y entregaron 13 comunicados especiales a los jefes de cada delegación participante en la Cumbre, relacionados con “demandas históricas de nuestros pueblos”, como son la necesidad de poner fin al bloqueo contra Cuba, por parte de Estados Unidos, el reclamo argentino de las Islas Malvinas, la migración iberoamericana y el apoyo a la lucha contra el terrorismo en todas sus expresiones.