¡Memoria y Discurso! La tenebrosa captura hegemónica del Partido Colorado (II)

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By Radio TV febrero 18, 2024 16:25

¡Memoria y Discurso! La tenebrosa captura hegemónica del Partido Colorado (II)

La realidad socio-histórica no miente: la ya débil democracia en Paraguay se ha deteriorado aún más a cada movimiento hegemónico que realiza el Partido Colorado. Para la politóloga Mabel Villalba, que con razón viene insistiendo en la idea y en la afirmación de que: “a más de tres décadas de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, la democracia no está consolidada, es frágil y vulnerable”, justamente esta fragilidad y vulnerabilidad se manifestó nuevamente en la última semana.

Por Daniel Andres Baez Brizuena*

danan1011@hotmail.com

En ese contexto, poco optimista, presenciamos la destitución de la Senadora Kattya Gonzáles, y este trajo nuevamente al centro del debate “la tenebrosa captura hegemónica del Partido Colorado” en los últimos 35 años de la era democrática en el Paraguay. Ciertamente, la democracia en Paraguay, siempre fue arrinconada, controlada, utilizada por el poder centralizador de dimensión unilateral y hegemónica que representa el coloradismo en los últimos 70 años de la historia guarani.

La ahora ex-senadora Kattya González, siempre perteneció al grupo del poder que directa o indirectamente fortalece el coloradismo, la novedad fue que ahora, ella es la victima al ser removida del cargo con 23 votos a favor, y con el argumento más espurio posible de que la destitución es lo que establece la Constitución. Es importante no olvidar que su padre Marcial González Safstrand, quien fuera senador nacional entre 2008 y 2013 no dudó en votar para derrumbar un gobierno democráticamente electo el 2008. Cuando en aquellos años, González, gritaba contra el gobierno de Fernando Lugo, ahora, por obra del destino o no, prueba ahora de su propio veneno. ¿A quién desagradó Kattya González? Y, ¿Por qué, cayó en desgracia con el grupo de poder vigente? Tal vez, con el pasar del tiempo las causas sean reveladas con mayor exactitud. O tal vez, no.

En un artículo publicado en ABC Color, en 2019, Enrique Gomariz Moraga, Sociólogo español que ha sido investigador de FLACSO en varios países: Chile, Guatemala y Costa Rica, bajo el título: ¿Quién defiende la débil democracia en el Paraguay?, resalta que: “Hoy se sabe que la democracia tiene valor instrumental y sustantivo. Cierto, la democracia debe facilitar la resolución de los problemas sociales, pero también es el régimen de libertades que permite la convivencia pacífica de la sociedad. Incluso ya ha quedado claro que la izquierda en el siglo XXI es democrática o no lo es. Como dice Adam Przeworski, el desarrollo humano es algo muy oral: poder comer y poder hablar. Y se hizo evidente en el siglo XXI que no son asuntos se­pa­ra­dos, sino las dos caras de la misma moneda, el desarrollo humano”.

Por otro lado, para el también politólogo, Marcos Pérez Talia, en un artículo publicado en 2021, recordaba y alertaba que: “Marzo suele ser un mes de crisis política en Paraguay, traducido en protestas ciudadanas frente a los desvaríos del poder. Ocurrió en 1999 en lo que se llamó el “marzo paraguayo”, producto de una serie de manifestaciones que conllevó el asesinato del Vicepresidente Luis María Argaña y de una decena de jóvenes en la plaza, y significó el fin del gobierno de Raúl Cubas y la ruptura del pacto colorado-militar. En 2017 ocurrió el “segundo marzo paraguayo” cuando Horacio Cartes buscó afanosamente su reelección presidencial mediante una enmienda constitucional de dudosa legalidad. Eso generó una indignación ciudadana que acabó con el Congreso ardiendo en llamas, unos 200 manifestantes detenidos, un legislador baleado y un militante juvenil asesinado por la policía en la propia sede del principal partido opositor”.

Los causales de la destitución no dejan de ser curiosos, ya que los argumentos afirman que  “presuntamente” hizo uso “indebido” de influencias para contratar a “un” funcionario, violando una normativa de la Contraloría; y en segundo lugar, por avalar un viaje de otra funcionaria mientras seguía cobrando su sueldo. ¿Ya imaginó usted, si la Contraloría, tuviera el coraje de hacer una barrida entre los Senadores con las mismas causales de la destitución de Kattya, cuántos estarían hoy sin fuero? Todos sabemos, que el causal es lo que menos importa. Lo que importa es el mensaje que el partido colorado envía a la ciudadanía: “no aceptamos voces de ninguna oposición”. Es justamente en esa voz que aparece la tenebrosa captura hegemónica del Partido Colorado. El coloradismo continúa su saga dictatorial con el ropaje de la democracia. Las expresiones de la diputada Celeste Amarilla, demuestra la gravedad del momento: la destitución de Kattya representa un “cháke para todos”, un cháke para la oposición, un cháke para todos los que se rehúsan a venderse a la tenebrosa captura hegemónica del Partido Colorado. La otra pregunta necesaria es: ¿quién es la próxima víctima de esa turba hegemónica que busca domesticar todas las instituciones con la vitamina de la intolerancia y el calmante de la corrupción?

Todavía, en el análisis hecho por Pérez Talia, el mismo resalta que: “la democracia fue estableciéndose al son del Partido Colorado, en alianza con la élite económica cuyas rentas obtiene de las licitaciones del Estado. Nunca hubo un programa democrático más sustantivo, aunque el coloradismo logró sortear exitosamente elección tras elección”. Es justamente, en ese movimiento y construcción de memoria y discurso que es posible establecer las estrategias utilizadas por el Partido Colorado para realizar su captura hegemónica dentro de las instituciones que componen el poder de la Republica.

Asi, Pérez Talia, enfatiza de forma clara, el movimiento hegemónico que el Partido Colorado viene realizando en los últimos 35 años de la era democrática. En este sentido, es importante comprender como se da y como se fortalecen los movimientos hegemónicos y estratégicos de la estructura del poder: “La caída del dictador Stroessner (1989) ocurrió a instancias de un golpe planeado y ejecutado entre militares y una facción del Partido Colorado. La crisis al interior de la coalición gobernante abrió un nuevo panorama de liberalización y una inédita oportunidad para iniciar el proceso de democratización. El tránsito de un régimen dictatorial hacia uno más democrático se fue desencadenando no tanto por el afán democratizador de los golpistas sino más bien por la imposibilidad de reconstruir un mínimo nivel de hegemonía. La transición estuvo siempre controlada “desde arriba” y “desde adentro”. Y si bien todavía genera controversia el tipo de democracia al cual apuntaba la élite política y económica, parece más claro que la democracia alcanzada tiene un cariz únicamente procedimental. El acento está puesto en el proceso electoral, el funcionamiento formal de las instituciones y el respeto a (algunos) derechos políticos e individuales”.

Por su vez, Enrique Gomariz Moraga, cuestiona que: “desde una visión panorámica, puede apreciarse que hay factores de laminación de la base social de apoyo de la democracia paraguaya que recorren toda la estructura social. Ya se sabe que las élites socioeconómicas  – como en casi toda la región –  solo aprecian la democracia si les facilita o al menos no les dificulta realizar sus provechosos negocios. Por otra parte, alguna vez se dijo que el principal sostén de la democracia residía en las clases medias”, y se cuestionaba con razón: “¿quién defiende hoy la democracia en Paraguay? O dicho de otra forma, ¿es posible una democracia sin demócratas, sin demócratas convencidos y dispuestos a defenderla abiertamente?”.

Y, asi, sectores sociales y políticos son cada vez más triturados y domesticados por el tenebroso poder de captura hegemónica del Partido Colorado. La democracia pierde su sentido y vigor. La elite política democrática pierde su fuerza. En ese ambiente de incertidumbre lo más peligroso es que aparezcan nuevos salvadores de la Patria, para continuar alimentando la fuerza domesticadora de la hegemonía antidemocrática del partido Colorado. El autoritarismo no se vence con más autoritarismo. El autoritarismo solo se vence con más democracia participativa y popular. En esta lógica, que puede ser algo contradictoria, son importantes las palabras y la reflexión hecha por Enrique Gomariz Moraga: “La aplicación de esa idea en el Paraguay parece plantear la acción en ambos planos. Es necesario incrementar poderosamente la consistencia de las instituciones democráticas y hay que promover intensamente la ciudadanía democrática. En este último plano se avizoran dos procesos. Uno a corto plazo, que consiste en lograr un cambio de cultura política en los espacios de creación de opinión, incluyendo los partidarios, favorable a insistir en la valoración de la democracia pese a sus deficiencias; lo que implica buscar con empeño la superación de esos defectos sin dejar de señalarlos (o dicho de otro modo, evitando arrojar el bebé con el agua sucia). El otro proceso, más a largo plazo, refiere a un cambio en profundidad de la cultura política en las entrañas de la sociedad paraguaya, para incrementar la ciudadanía democrática sustantiva; aquella que se auto percibe como sujeto de derechos y entiende lo público al margen de colores políticos partidarios. Claro, en un país con la tradición y el arraigo partidario del Paraguay (en especial del Partido Colorado), que tiende a producir ciudadanía cau­ti­va, resulta mucho más fácil decirlo que ponerlo es práctica. Ante todo, porque hay que empezar por convencer a los partidos – cuya función en la deliberación política continua –  de la necesidad de crear ciudadanía sustantiva autónoma. Pero para poder avanzar en esa dirección, lo primero es reconocer con claridad cuáles son los objetivos que se pretenden”.

Los próximos pasos de la estrategia poco democrática, en la cual está habituada institucionalmente  la captura hegemónica del Partido Colorado en el poder y por el poder, nos mostrará a que destino infranqueable  nos llevarán las decisiones y las necesidades que el poder hegemónico y autoritario se alimenta de forma antropofágica de la triste y penosa historia del hacer política en Paraguay. Lo importante es no olvidar que Marzo se está aproximando. Y la lucha, continua!

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* Realiza investigación en varias áreas, como: Ciencia Política, Filosofía, Sociología, Marketing, Ciencias de las Religiones y Análisis del discurso.

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