EL HOMBRE DE LA BARBA

Por Jaguarete Hovy.

 La barba un poco canosa, ya gastada con el tiempo. Tantos días de alegría, tantos inviernos fríos y tantas preocupaciones encima. Ahí va el hombre, recorriendo de nuevo de norte a sur, del Este a Oeste el país, igual que en los Ñomongeta Guasu que el mismo propició y organizó..

Lo conocí en el 2006, en la Asamblea de conformación del entonces Movimiento Popular Tekojoja. Me causó buena impresión con sus dotes de orador y buen moderador de Asambleas. Hábil para la negociación, extremadamente calculador pero a la vez todo corazón y sensible sondeador de mentes. Para con su pueblo todo sonrisa, todo alegría y también furia vertida en cacerolas al fuego, hirviendo de rabia cuando la mentira, la calumnia y la injusticia salpica al inocente. Fue y es la base, soporte principal, de la candidatura del entonces Obispo Fernando Lugo a la presidencia de la Republica.

 

Ese es el hombre, solo UN HOMBRE. No viste sotana ni uniformes, le gusta el chipa guasu, el terere y todas las comidas que los hogares paraguayos le han prodigado. Un solo hombre es, contra un ejército de marionetas, contra una legión de soldados vestidos de saco y corbata. “Nderasorena compañero, ñandeichaguante ko ha’e avia sido” opinan de Él las personas que no lo conocían y que han tenido la oportunidad de tratarlo.

 

Entre sus proyectos de Ley figuran leyes para devolución de Tierras al Estado Paraguayo, el proyecto de enmienda de la Constitución acompañada por 100 mil firmas de electores, otro que habla sobre la preservación de las variedades locales del maíz, otro que grava las exportaciones de oleaginosas y otro que crea el Instituto de Economía Solidaria.

Ahora lo ven al frente de las marchas sociales. A la misma hora de nuevo cual rayo fugaz pero efectivo, parando golpes de Estado, después tratando de aprobar proyectos del Gobierno en el Congreso. Entre tanto uno, dos, tres compañeros campesinos lo esperan con demandas de tierras, de pan y progreso. Todavía no despidió al último y se acercan las Mujeres del Asentamiento. Las despide y va a la salita de al lado con las radios comunitarias preocupadas por la Ley que se está aprobando donde cercenan su libertad de expresión. Esa Ley fue aprobada por las marionetas, nada pudo hacer El Hombre, pero no amainó en su intención. A todos atiende por igual y con igual empeño gestiona, ordena, mueve, dialoga, negocia… algo gana y algo pierde, pero nunca lo vemos quieto.

 

En algunos proyectos les fue bien, pero en otros mal. Pero no por falta de gestión ni de fundamentalismos abstractos bajados del hiperuranio marxista-intelectualoide… Es solo UN HOMBRE el hombre con barba.

 

Mientras no acaba aún el día, recibe la habitual andanada a mansalva de los medios de comunicación que lo tildan de “invasor de tierras”, “el repartidor de dones del Estado”, “el sucio”, “el que no cumple”. Algunos, que se dicen compañeros, lo traicionan por la espalda. Recibe la puñalada de aquellos que dicen estar con el pueblo, pero cuyas prácticas no son nada populares, mirando solamente los intereses mezquinos y sectarios.

 

No importa… El Hombre se levanta de nuevo, con una sonrisa cada mañana. El mate al lado, contado un chiste en guaraní, silbando canciones, saludando a sus compañeros que cada día cuidan de él: “¿Profesor, como anda?”, “Mbaetekopio Profesora”…

 

En sus discursos nunca se le oyó decir ofensas. Siempre luchando por la unidad popular y por la igualdad de participación para todos y todas. A los opositores brinda la misma oportunidad que a los partidarios de su causa. Respeta siempre y promueve la carrera de servidores públicos de todas las tendencias, partidos políticos en igualdad de condiciones. Nunca apartó carpetas ni llamó a obligar a Ministros. Políticamente esto se puede comprobar: su partido no tiene una sola cartera de Estado.

 

Nada lo tumba, sigue moviéndose, sigue ganando espacios, sigue trabajando, sigue cumpliendo el mandato popular: SENADOR DE LA NACIÓN, representante popular. El único por ahora, pero vendrán más que sabrán poner tanto empeño para cantar juntos con fuerza la última estrofa del Himno Nacional Paraguayo: UNIÓN E IGUALDAD.

 

Ese es SIXTO PEREIRA.