EDUCADOR PARAGUAYO Y CANTINFLAS
Dr. Martín Almada
Mayo 2012
Asunción – Paraguay
Por «culpa» de Cantinflas (el ex actor mexicano Mario Moreno) fui brutalmente torturado en la noche del 26 de noviembre de 1974. Sufrí un paro cardiaco y me llevaron de urgencia al Policlínico Policial de Asunción (Paraguay) a cargo de su director, el doctor Oscar Gómez.. Luego de dos semanas de recuperación nuevamente me llevaron a la Sala de Tormento, esta vez por haber difundido las ideas subversivas del (pensador brasilero) Paulo Freire, porque habíamos practicamos simplemente la democracia en el aula, es decir dar voz a los niños de la educación primaria.
En la década del 70 fui dirigente del magisterio paraguayo. En esa época de la dictadura militar había una estricta censura sobre el contenido de las películas a ser exhibidas. Un descuido de la policía política y de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Asunción a cargo de «Doña Kultu», una analfabeta funcional , permitieron pasar en mi pueblo, San Lorenzo, aledaña a Asunción la película «El profe» de Cantinflas. Nos gusto mucho y vía embajada de México en Asunción le enviamos una carta de felicitación por su magnifico trabajo fílmico. Nos identificamos tanto con los personajes de su película porque justamente en ese momento estábamos llevando adelante en cooperativa con mucha dificultad económica la campaña «Por un techo propio a cada educador paraguayo». Sosteníamos que todos los maestros nos merecíamos una vivienda digna y salario justo. Sentíamos en carne propia que nuestros derechos humanos estaban conculcados.
Para mas «yapa» en la Dirección de la Escuela a mi cargo, Instituto «Juan Bautista Alberdi», estábamos llevando a la práctica la educación liberadora de Paulo Freire. La Policía Política también se entero de mi supuesta vinculación con los subversivos Cantinflas y Paulo Freire. Para nosotros el jurisconsulto Alberdi fue el mas grande Antiimperialista de la época al defender la causa paraguaya durante la Guerra de la Guerra de la Triple Infamia ,1865/1870, donde Inglaterra empujo a los argentinos, brasileños y uruguayos a destruir a la pujante y única nación soberana e industrial de la región.
Cantinflas, vía Embajada de México en Asunción, nos anuncio que también venia a sumarse a la campaña promovida por los artistas argentinos Leo Dan, Eduardo Falú, Horacio Guarany y otros para el Festival «Alberdi» a fin de recaudar los fondos para hacer realidad la campaña «Por un techo propio a cada educador paraguayo». La Embajada de México anunció por los medios masivos de comunicación la visita solidaria de Cantinflas, iba ser el acontecimiento del Siglo.
Por ese motivo fui convocado por el ministro de Educación, Raúl Peña, pieza importante de la Policía Política, para confirmar la noticia. Le dije que si. Allí comenzó mi «calvario» la sistemática persecución porque el propio ministro, me dijo que «Cantinflas era un líder comunista» y que jamás pisará tierra paraguaya por orden del excelentísimo señor presidente de la Republica y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Alfredo Stroessner.
Este había sido declarado personalmente en Asunción, «Campeón anticomunista en América Latina» por Richard Nixon, entonces vicepresidente de los Estados Unidos de América (luego presidente), distinción confirmada después por Nelson Rockefeller (banquero y gobernador del estado de Nueva York, EUA). Así fue creada en Asunción la primera escuela de asesinos, llamada «La Técnica», dependiente del Ministerio del Interior en 1956, bajo la dirección del coronel de inteligencia Robert K.Thierry, veterano de la guerra de Corea. «La Técnica» funcionó normalmente hasta diciembre de 1992 con más de 20.000 victimas. Yo no hice ningún curso para ser torturado sin embargo todos mis torturadores pasaron por «La Técnica» o por la Escuela de las América en la Zona del Canal de Panamá.
Tras graduarme en la Universidad de la Plata, Argentina, con el titulo de doctor en Ciencias de la Educación, primer paraguayo con ese grado, volví a Asunción y el 26 de noviembre de 1974 fui secuestrado y llevado ante un tribunal militar, integrado por los agregados militares de la Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay y militares paraguayos.
Después de leer mis antecedentes subversivos en voz alta, me sometieron a bárbaras torturas, calificando mi delito como «terrorista intelectual» donde aparecieron mis cómplices ideológicos subversivos Cantinflas y Paulo Freire. Que ese «asunto» de construcción de viviendas en cooperativa a los maestros pobres de San Lorenzo, me lo habría «inculcado» Cantinflas que tenia la misma ocurrencia en México de promover viviendas sociales a los malvivientes, haraganes, antisociales, etcétera.
Castigado por «mala conducta», porque me dedique a alfabetizar a mis compañeros de infortunio, campesinos de las ligas agrarias, para los militares yo estaba difundiendo el marxismo-leninismo, me hicieron recorrer varias comisarías policiales y finalmente fui a parar en el Campo de Concentración «Emboscada» a 45 kilómetros de Asunción el 6 de septiembre de 1976. En el campo de concentración estábamos mas de 400 prisioneros políticos, comunistas, socialistas, anarquistas, teología de la liberación, independientes, reformistas como yo, trokistas, maoístas, liberales y colorados disidentes como yo (MOPOCO).
Estuvimos allí en condiciones infrahumana con muy poca agua y miserables alimentos a cargo del «carnicero de la muerte», coronel José Félix Grau, analfabeto pero formado en la Escuela de las Américas. Fue en ese lugar, de tanto dolor e injusticia que nos contaminamos todos. Entre allí reformista porque aspiraba mejorar la condición del maestro y salí de la cárcel socialista (por contaminación). Como no fui procesado judicialmente y me esperaban 10 a 15 años de cárcel por «culpa de Cantinflas y Paulo Freire»(instigadores de la revolución) hice una huelga de hambre de 30 días en la Comisaría 3ª. «Sepulcro de los Vivos».
Recuperé mi libertad gracias a Amnistía Internacional y la solidaria gestión del Comité Inter iglesias (ecuménico).
Recuerdo haber viajado a México DF, allá por los años 70 a una reunión sindical magisterial del PRI. Sabia de la existencia de Cantinflas porque era famoso pero nunca tome contacto con el. No nos conocíamos personalmente. Pero por el hecho de haber viajado a México, que consta en mi pasaporte, la policía política de Stroessner me aseguró que conspire con él junto con los barbudos cubanos que querían «incendiar» la región, para destruir la civilización occidental y cristiana donde «todos vivíamos muy felices». Según ellos, Paraguay era un país de maravilla, una democracia sin comunismo, ejemplo para todos los países de América Latina,
Sufrí 1000 días de prisión, el asesinato de mi esposa, la confiscación de nuestros bienes, exilio durante 15 años. Finalmente, comprendí que fui victima de la «Operación Cóndor», conspiración militar contra la sociedad del conocimiento. El pretexto: Cantinflas. También por el contenido de mi tesis doctoral inspirado en la teoría de Paulo Freire.
Se ensañaron conmigo, me consideraron peligroso subversivo, TERRORISTA INTELECTUAL porque había desarrollado el pensamiento critico en mi pequeño mundo del magisterio y un sueño, un proyecto de país y una región liberada de las garras del neoliberalismo, salvaje y criminal.