El contrapoder que representa la ciudadania sacude el tablero político en Paraguay

“El Paraguayo recupero su orgullo de ser Ciudadano/a”

 El contrapoder  que representa las movilizaciones ciudadanas mueve el tablero político en Paraguay. Es el despertar de un gigante dormido que puede dar un nuevo escenario político, donde se coloca como un actor principal y no secundario o espectador.  Movió el propio cimiento de la democracia,  muy averiada en su modelo de representación de los intereses ciudadanos.  De la mera representación tradicional ahora se pasa a la verdadera democracia participativa. Las Manifestaciones previstas para este martes y  miércoles para exigir que el Senado acepte el veto del Ejecutivo, es un ejercicio de la democracia directa y participativa. No fueron solo esas cinco mil personas que se manifestaron en la plaza, la indignación fue mucho mayor, que la presencia física, ganó terreno dejando atrás años de apatía ciudadana y fue el mensaje más contundente a la clase político que un nuevo Paraguay está creciendo.

 

El otro fenómeno que nace con fuerza en Paraguay es la movilización popular que se engendra a partir de las redes sociales, lo cual echa por tierra formas tradicionales de comunicación e instala una nueva forma de comunicación contra hegemónica. Aún es difícil medir si la emergencia del fenómeno vino para quedarse definitivamente o fue un malestar pasajero. Las futuras movilizaciones serán la prueba decisiva para comprender si pasamos de la indignación a la movilización permanente sobre diversos temas que hacen a la vida nacional. Las redes sociales, que mostraron su poderío en otros países, ya muestran que en Paraguay pueden servir no solo para hacer amistades sino para ejercer el derecho a la libre expresión, organización y movilización de la gente.

 

“El Paraguayo recupero su orgullo de ser Ciudadano”, luego de años de mantenerse cautivo de los partidos tradicionales, de los medios de comunicación masivos conservadores y actores como la clientela política que oficiaban de “representantes”. Este fenómeno hace temblar la estructura de todos los partidos, de derecha y de izquierda o progresistas. Es una interpelación a construir espacios democráticos y participativos, donde las decisiones se asuman de forma colectiva, escuchando las inquietudes y propuestas del pueblo.

Un antes y un después de las movilizaciones ciudadanas

 

Hay un antes y después de estas movilizaciones populares, que significan pasos positivos hacia la consolidación de una democracia diferente que no comienza ni termina en el mero acto de votar, sino en la participación dinámica y protagónica de la ciudadanía. Paraguay se sacudió de su modorra, del debate estéril meramente electoralista que propugnan los sectores de derecha, agotando la democracia en la búsqueda del poder por el poder y el mercantilismo de la politiquería.

 

El Paraguay, está experimentando un proceso de transformaciones, ya no es el mismo país, busca reencontrarse con su rica historia y raíz. Resurge el orgullo de ser paraguayo, y ahora de ser ciudadano.

 

LUCHA Y CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA DEL PUEBLO: TODOS LOS DÍAS!!.