Acto Publico contra el golpe de estado en Paraguay
Paraguay: ¡derrotar el golpe con la movilización!
Por Jose Pereira, de la Corriente Marxista Internacional – 24.06.2012
Como acto final de una farsa, Fernando Lugo ha sido destituido de su cargo de Presidente constitucional de Paraguay, al que fue electo con asombrosa mayoría popular en 2008, tras 61 años ininterrumpidos de gobierno y dictadura del Partido Colorado. El golpe parlamentario representa la reacción a un proceso que entre miles contradicciones abría espacios de participación popular en un país dominado por terratenientes y multinacionales. Esta participación debe ahora convertirse en movilización plena para defender y ensanchar este proceso.
Lugo ha sido destituido por el Congreso por “mal desempeño de sus funciones”, en un juicio político sumario y apresurado, sustentado en una norma constitucional de Paraguay. En base a un patrón ya experimentado en Honduras se han utilizado reglas democráticas para lanzar el golpe contra la voluntad democrática expresada por el pueblo en las urnas, cuando esta es contraria a los intereses de las clases dominantes.
De hecho el libelo acusatorio del Congreso para enjuiciar al Presidente Lugo enumera cinco imputaciones, entre las cuales destacan la instigación y facilitación a la invasión de tierra en la zona de Ñacunday y la masacre de Curuguaty. A unos kilómetros de esta ciudad un grupo de campesinos sin tierra habían ocupado un predio de unas 2000 hectáreas de tierras fiscales apropiadas con subterfugios legales por un terrateniente ex senador y presidente del Partido Colorado. El 15 de junio, por órdenes de la fiscal del distrito, la policía interviene para desalojar este predio del que los campesinos pedían la distribución. Francotiradores infiltrados entre los campesinos abren el fuego y los enfrentamientos dejan un saldo de 6 policías y 11 campesinos muertos, además de unos 50 heridos.
La forma precipitada con la cual en apenas a una semana de este hecho se ha destituido al Presidente; la circunstancia que en los enfrentamientos en Curuguaty ha sido asesinado el hermano del jefe de seguridad del Presidente; las campañas previa de la prensa local y las multinacionales contra funcionarios de gobierno que querían limitar el uso comercial en Paraguay de semillas transgénicas patentadas por Monsanto. Todo esto hace claramente entender que la emboscada de Curuguaty fue una emboscada al gobierno y su objetivo era de poner fin al mandato presidencial ante el temor que, en el último año del mismo, las organizaciones sociales que lo apoyan pudiesen exigir y consolidar medidas más radicales de las que caracterizaron la gestión de Lugo.
Contra la destitución del Presidente han votado en el Congreso solo la reducida patrulla de diputados de izquierda, vinculados al Frente Guasú (amplio en guaraní). A favor ha votado también el Partido Liberal Radical Autentico (PLRA) que fue parte de la Alianza Patriótica Para el Cambio, la coalición que ganó los comicios de 2008 con Lugo. En los años ’70 y ’80 el PLRA fue el principal partido de oposición a la dictadura de Stroessner. Hoy un exponente de este partido, el ex Vicepresidente Franco, asume el más alto cargo del Estado traicionando el mandato popular. La del PLRA es la clásica parábola del nacionalismo burgués, siempre presto a capitular frente a los intereses de los poderosos con que le concedan una mesa en su banquete.
Sin embargo no es la debilidad de su apoyo parlamentario lo que ha condenado Lugo, sino sus vacilaciones frente a las expectativas de las masas. Como otros gobiernos de la región, el de Lugo puede galardonarse de pequeñas reformas y tasas de crecimiento económico explosivas, que en Paraguay fueron las más altas de la región con un pico, en 2010, del 14%. Pero ninguno de los problemas estructurales del país ha sido realmente afrontado a la raíz.
La economía de Paraguay depende fundamentalmente de la exportación de productos agrícolas y ganaderos. Multinacionales como Monsanto y Cargill junto a terratenientes que acumularon tierras y fortunas a la sombra del poder político, con el Partido Colorado y la dictadura de Stroessner, controlan estas palancas fundamentales de la economía paraguaya libres de impuestos. El 85% de la tierra (30 millones de hectáreas) está en manos del 2% de los propietarios.
La tasa de desempleo es del 6,4%, el subempleo es del 25,1%. Más de un tercio de la población tiene un trabajo informal y otro tercio es empleado en pequeñas empresas del sector privado donde no se reconoce el derecho al convenio colectivo y la sindicalización. El 64% de los trabajadores paraguayos ganan menos del sueldo mínimo. La mitad de la población rural y un tercio de la urbana viven por debajo del umbral de pobreza.
El gobierno Lugo no ha nacionalizado ningún sector clave de la economía, no ha realizado una verdadera reforma agraria, no liberado el país del sofocante control de las multinacionales agroindustriales. Medidas como estas hubiesen sido necesarias para afrontar los problemas estructurales de la desigualdad en Paraguay y para consolidar el apoyo entusiasta de las masas con que condicionar la vida parlamentaria.
Se ha abocado en cambio a la búsqueda de equilibrios parlamentarios con concesiones siempre más abierta al binomio Partido Colorado – PLRA. Incluso frente a los hechos de Curuguaty su respuesta ha sido la incorporación en las filas del gobierno de un exponente del Partido Colorado. La debilidad invita siempre a la agresión. Como los mismos diputados han afirmado en sus acusaciones, la sola presencia de un gobierno sostenido por una amplia mayoría de campesinos, sin tierras y trabajadores, representaba el peligro que estos se envalentonasen en la toma de tierra y que, hasta el final del mandato, pudiesen exigir su titulación y otros derechos sindicales. Esta es la razón del golpe.
Los trabajadores, los campesinos, los activistas y la juventud de Paraguay saben muy bien incluso las pequeñas reformas introducidas por Lugo – como el programa de distribución de computadoras a niños en edad escolar, el beneficio de la pensión alimentaria para adultos mayores, la construcción de vivienda etc. – serán revertidos o utilizados de manera populista para permitir el saqueo de Paraguay si es que el golpe se afianza.
La única manera de derrotar este golpe “democrático” es haciendo lo que Lugo no hizo hasta ahora: basarse en la movilización activa de las masas y su protagonismo. Esta es también la única manera para ensanchar los espacios abiertos por el gobierno de Lugo e impedir que sean cerrados por la derecha parlamentaria.
El Frente Guasú de la izquierda moderada, el Espacio Unitario – Congreso Popular, de la izquierda socialista y comunista, las centrales sindicales clasistas como la CUT y las organizaciones sindicales campesinas deben convocar a una huelga general indefinida, bloquear económicamente el país para evitar que el golpe se afiance. No hay otra forma de parar el golpe “democrático”. Es necesario conformar Comités de Resistencia desde las bases para que con su apoyo decisivo se derrote el golpe y se solucionen las contradicciones del gobierno Lugo.
Moção de Repúdio ao Golpe de Estado no Paraguai
Nós, trabalhadores do Movimento das Fábricas Ocupadas, representados pelo Conselho de Fábrica da Flaskô, vimos, por meio dessa moção, repudiar o golpe de Estado realizado no Paraguai e exigir a volta do Presidente, democraticamente eleito pelo povo paraguaio, Fernando Lugo.
Depois de 61 anos de ditadura militar de Stroessner, de 70 anos do poder do Partido Colorado, Fernando Lugo foi eleito pelo povo paraguaio para exercer um programa democrático popular, apoiado pelos movimentos sociais historicamente reprimidos pela elite paraguaia.
Desde o início do governo houve enfrentamentos entre o PLRA (do vice-presidente Federico Franco), histórico partido da classe dominante e que disputa com o Partido Colorado o poder institucional, e a base popular de Fernando Lugo, expressa eleitoralmente pelo Movimento Tekojoja, Partido Movimento ao Socialismo (P-mas), Partido Democrático Cristão, entre outros, que compuseram a “Frente Guasú”, além de algumas centrais sindicais.
Houve mais de 20 tentativas de derrubada de Fernando Lugo durante os últimos quatro anos. O PLRA, representando seus interesses de classe, sempre buscou desgastar o governo Lugo, atacando os movimentos sociais e não permitindo medidas progressistas e democráticas, necessárias para o Paraguai, como a reforma agrária, numa país onde a concentração de terra e renda é brutal.
Agora, temendo a perda de espaço para as próximas eleições, o PLRA abandona, formalmente o apoio ao governo, se alia ao Partido Colorado, provoca um extermínio no campo, incitando o conflito agrário e responsabiliza, hipocraticamente, o Presidente Fernando Lugo por isso. De forma traiçoeira e oportunista, anuncia o rompimento formal com Fernando Lugo e, usando a maioria no Parlamento, organizam um golpe de Estado.
Reconhecendo a importância estratégica do Brasil para o Paraguai, sabendo do poder de influência de Dilma e Lula, da relação do PT com os movimentos sociais paraguaios, não somente repudiamos o golpe de Estado e exigimos a volta do Presidente Fernando Lugo, como exigimos que a Presidenta Dilma Rousseff que adote todas as medidas possíveis para atender aos preceitos democráticos aqui apresentados.
Nos dirigimos, também, aos movimentos sociais e sindicais, aos partidos da Frente Guasú, para se organizarem e combaterem esse golpe, sabendo que contarão com a solidariedade de classe! Somente os trabalhadores e camponeses podem fazer a diferença! Tudo passa pela força de trabalho, e vocês, e somente vocês, trabalhadores paraguaios, podem fazer a diferença e reverter esse golpe de Estado, da burguesia, não contra o Lugo em si, mas contra a classe trabalhadora, os camponeses e as camadas mais pobres do Paraguai.
Viva a luta do povo paraguaio! Contra o golpe de Estado!
Pela volta imediata do Lugo, apoiado nos movimentos sociais e sindicais, na construção do socialismo!
Sumaré/SP, 27 de junho de 2012
Conselho de Fábrica da Flaskô
Moção de Repúdio ao Golpe de Estado no Paraguai
Nós, militantes presentes ao Encontro Municipal do Partido dos Trabalhadores de Campinas, vimos, por meio dessa moção, repudiar o golpe de Estado realizado no Paraguai e exigir a volta do Presidente, democraticamente eleito pelo povo paraguaio, Fernando Lugo.
Depois de anos de ditadura militar de Stroessner, de 70 anos do poder do Partido Colorado, Fernando Lugo foi eleito pelo povo paraguaio para exercer um programa democrático popular, fortemente apoiado pelos movimentos sociais historicamente reprimidos pela elite paraguaia.
Desde o início do governo houve enfrentamentos entre o PLRA (do vice-presidente Federico Franco), histórico partido da classe dominante e que disputa com o Partido Colorado o poder institucional, e a base popular de Fernando Lugo, expressa eleitoralmente pelo Movimento Tekojoja, Partido Movimento ao Socialismo (P-mas), Partido Democrático Cristão, entre outros.
Houve mais de 20 tentativas de derrubada de Fernando Lugo durante os últimos quatro anos. O PLRA, representando seus interesses de classe, sempre buscou desgastar o governo Lugo, atacando os movimentos sociais e não permitindo medidas progressistas e democráticas, necessárias para o Paraguai, como a reforma agrária, numa país onde a concentração de terra e renda é brutal.
Agora, temendo a perda de espaço para as próximas eleições, o PLRA abandona, formalmente o apoio ao governo, se alia ao Partido Colorado, provoca um extermínio no campo, incitando o conflito agrário e responsabiliza, hipocraticamente, o Presidente Fernando Lugo por isso. De forma traiçoeira e oportunista, anuncia o rompimento formal com Fernando Lugo e, usando a maioria no Parlamento, organizam um golpe de Estado.
Reconhecendo a importância estratégica do Brasil para o Paraguai, sabendo do poder de influência de Dilma e Lula, da relação do PT com os movimentos sociais paraguaios, não somente repudiamos o golpe de Estado e exigimos a volta do Presidente Fernando Lugo, como pedimos à Presidenta Dilma Rousseff para que adote todas as medidas possíveis para atender aos preceitos democráticos aqui apresentados.
Campinas, 24 de junho de 2012
(Moção apresentada por Alexandre Mandl, da Esquerda Marxista, aprovada por unanimidade)
Resistir ao Golpe no Paraguai. Romper com a burguesia.
quarta-feira, Junho 27, 2012 – 17:00 – Esquerda Marxista
Após a tentativa fracassada de golpe na Venezuela em 2002 e as ações de bandos fascistas pra desestabilizar o governo de Evo Morales em 2008, após o golpe realizado em Honduras em 2009 e a tentativa fracassada no Equador em 2010. Agora, novamente, um governo eleito pela vontade popular é deposto na América Latina atendendo aos desejos golpistas da burguesia nacional e internacional.
Fernando Lugo foi eleito presidente do Paraguai em 2008, com 40,82% dos votos, dando fim a 61 anos de ditadura policial do reacionário Partido Colorado no país. Essa vitória encheu de esperança os trabalhadores e camponeses paraguaios, ansiosos por mudanças que proporcionassem melhorias reais nas condições de vida do povo.
A esperança foi se transformando em frustração, nesses quase quatro anos de governo nada de fundamental mudou. Os latifundiários continuaram dominando a terra (85% das terras estão concentradas em 2,5% dos proprietários), as multinacionais (Monsanto, Cargill, etc.) continuaram saqueando o país, os grandes empresários e banqueiros continuaram enriquecendo e os trabalhadores continuaram sendo explorados (64% dos trabalhadores ainda recebem menos de um salário mínimo).
Apesar de Lugo ter tentado todo o tempo governar em acordo com a burguesia e de fato mantido o status quo, a classe dominante não se deu por satisfeita, organizou e consumou um golpe de Estado na última sexta-feira, 22 de junho, depondo o presidente em um impeachment relâmpago (30 horas entre o início e o fim do processo – 2 horas para defesa – menos tempo do que para defesa de uma infração de trânsito). O impeachment foi sacramentado em uma votação no Senado de 39 votos favoráveis e 4 votos contrários à deposição do presidente por “mau desempenho do cargo” utilizando-se de um artifício presente na constituição do país.
As acusações contidas em 5 pontos concentram-se na ligação e apoio de Lugo a movimentos sociais e no confronto ocorrido em Curuguaty, no dia 15 de junho, onde 11 camponeses e 6 policiais morreram. Nesse episódio, na luta pela Reforma Agrária, sem-terras ocuparam a propriedade de Blas Riquelme, ex-senador pelo Partido Colorado e detentor de mais de 70 mil hectares na região. Por ordens de um procurador da república, a polícia interveio para desocupar a terra, expulsando os camponeses, foi então que franco-atiradores infiltrados entre os camponeses abriram fogo dando início aos enfrentamentos. Os tiros que mataram os policiais foram certeiros, no pescoço e na cabeça e nenhum dos tiros poderia ter saído das velhas espingardas de caça encontradas entre os camponeses. Fica evidente que foi um conflito premeditado, uma armadilha preparada pela direita para servir de pretexto ao golpe que se preparava em conspiração entre o vice-presidente, do partido Liberal, o partido Colorado e obviamente a embaixada dos EUA, pois sem este aval e garantia de apoio a burguesia paraguaia seria incapaz de dar um golpe. Conforme o Wikileaks revelou, a embaixada norte-americana informava a Washington, em março de 2009, que a direita preparava um “golpe democrático” contra Lugo, mediante o Parlamento.
O caso é que a burguesia se sentiu fortalecida, diante da debilidade do governo, para retomar o controle do país em suas mãos. Apesar da submissão à ordem capitalista, o governo Lugo, por sua origem e ligação com os movimentos sociais, permaneceu como um alvo permanente de ataques da burguesia que pretendia assim desmoralizar o movimento camponês, sindical e os partidos de esquerda agrupados na Frente Guasú. Além disso, segmentos do governo têm contrariado interesses da poderosa multinacional Monsanto impondo limitações ao uso de sementes transgênicas no Paraguai. Portanto, esse golpe hipocritamente travestido de legal, atende a interesses precisos dos grandes empresários, dos latifundiários e das multinacionais.
Repercussão internacional
Em nota oficial na própria sexta-feira a diplomacia norte-americana disse reconhecer «o voto do senado paraguaio pelo impeachment do presidente Lugo» e «pede para que todos os paraguaios ajam pacificamente, com calma e responsabilidade, dentro do espírito dos princípios democráticos» da nação. Ou seja, o que eles querem dizer ao povo paraguaio é: “não reajam ao golpe”.
As garras do imperialismo tentam retomar a iniciativa na América Latina com a instalação de bases militares na Colômbia e, inclusive, no próprio Paraguai, a reativação da IV Frota da Marinha, golpe em Honduras, tentativas na Venezuela e Bolívia, etc. O objetivo do imperialismo EUA é promover golpes no continente e estabelecer governos inteiramente submissos às suas ordens. É evidente que a frágil e covarde burguesia paraguaia não agiria sem o conhecimento e o consentimento do imperialismo. Além dos EUA, Espanha, Alemanha e o Vaticano também imediatamente reconheceram o novo governo paraguaio. O Núncio Apostólico do Vaticano no Paraguai hipotecou solidariedade ao golpista Franco e celebrou missa de regozijo na sua posse.
Outros países se pronunciaram em diferentes tons contra o processo de impeachment. A Venezuela suspendeu o envio de petróleo para o Paraguai. Argentina, Equador e Venezuela retiraram seus embaixadores do país. Uruguai, Colômbia, Chile e Brasil chamaram seus embaixadores para consultas.
O governo brasileiro deve romper as relações diplomáticas com o Paraguai e retirar o embaixador do país. Classificar claramente o ocorrido como um golpe e não reconhecer o novo governo. Deve romper as relações comerciais com o Paraguai até que o presidente legítimo retorne. Em especial, deveria interromper o pagamento da energia comprada do Paraguai produzida pela hidrelétrica binacional de Itaipu.
O Diretório Nacional do PT lançou uma declaração contra o golpe chamando os países a não reconhecerem o “mandatário ilegítimo que foi empossado”. O que é correto e deveria começar pelo governo Dilma não reconhecer o novo governo paraguaio. Por outro lado, a declaração diz que “certas forças de direita não têm compromisso com a democracia”, sobre isso é preciso ser claro. Não são “certas forças de direita”, é a burguesia, os grandes empresários, os latifundiários, os banqueiros, as multinacionais e seus partidos, todos eles, que estão por trás desse golpe. A direção do PT tenta tapar o sol com a peneira ao buscar a existência de “setores democráticos” da burguesia. É pura ilusão e tentativa de justificar sua política de colaboração de classes. Política que sempre levou ao desastre como vimos com Allende e agora com Lugo, entre outros.
Os capitalistas sempre passam por cima de qualquer formalidade democrática e quando precisam e podem afogam os trabalhadores em sangue para defender seus interesses, se sentem-se fortalecidos o suficiente para isso.
Os petistas devem olhar atentamente para o que ocorreu no Paraguai, pois os fatos deixam claro que nenhuma aliança com os partidos burgueses pode servir aos interesses da classe trabalhadora. Eles são inimigos de classe e querem destruir a luta e a organização da classe trabalhadora. O PT aliar-se com Maluf e companhia só pode desarmar e desmoralizar os trabalhadores. É preciso romper a coalizão com os partidos burgueses e se apoiar na classe trabalhadora e em suas organizações para governar. Isso é o que fortalecerá a nossa luta e enfraquecerá a direita.
O resultado da conciliação de classe
O vento revolucionário na América Latina, que tem se desenvolvido há mais de uma década não evoluiu em nenhum dos países, até o momento, para o rompimento da ordem capitalista e a tomada do poder pela classe trabalhadora. Até mesmo na Venezuela a política reformista tem impedido o avanço da revolução. A burguesia, se não é derrotada definitivamente, se rearticula, se fortalece, para voltar e derrotar o processo revolucionário.
Lugo foi eleito pela Aliança Patriótica para a Mudança uma frente de partidos de esquerda que acabou agregando também partidos de direita, como o Partido Liberal Radical Autêntico (PLRA) que indicou o vice na chapa, Federico Franco. Lugo foi fazendo concessões cada vez maiores ao PLRA e inclusive ao partido derrotado nas urnas, o Partido Colorado. Após os acontecimentos em Curuguaty, Lugo removeu o Ministro do Interior, Carlos Filizzola, e colocou em seu lugar Rubén Candia, dirigente do Partido Colorado.
Ao se aliar à burguesia e não à classe trabalhadora, ele foi construindo seu destino. Os partidos aliados votaram pela sua condenação e o vice, Franco, assumiu seu posto. Ao invés de condenar o golpe e chamar o povo às ruas, a primeira reação de Lugo foi aceitar a decisão do Senado. Depois recorreu à Suprema Corte que é toda colorada e liberal e que obviamente indeferiu o recurso e declarou o golpe legal. Por fim, finalmente classificou a ação como um golpe e formou um gabinete para apenas “monitorar” o novo governo, ao invés de formar um governo paralelo e chamar o povo às ruas para derrubar os golpistas.
A saída que interessa à classe trabalhadora paraguaia está em sua organização e mobilização. Os partidos de esquerda que compõem a Frente Guasú, os sindicatos, em especial a CUT-Autêntica e o movimento camponês sem-terra têm a tarefa de organizar a resistência chamando a criação de comitês de base contra o golpe e organizando uma greve geral para colocar o novo governo na parede.
O golpe “constitucional” colocou forte e abertamente a necessidade da luta por uma Assembleia Constituinte Soberana para varrer esse Congresso reacionário, a Corte Suprema golpista e o presidente usurpador, e estabelecer a verdadeira democracia com um governo responsável frente ao povo, abrindo caminho para a construção de novas instituições em que o próprio povo decidirá a forma e o conteúdo.
Mas, o caminho é a mobilização e a organização independente. Nenhuma ilusão em instituições da burguesia como Unasul, MERCOSUL ou outras pode substituir a única força real capaz de derrotar os golpistas e abrir caminho para a verdadeira democracia que é o povo trabalhador e suas organizações. Evidentemente Lugo não está a altura desta tarefa. Os trabalhadores devem confiar somente em suas próprias forças e construir a organização marxista capaz de ir à vitória. As manifestações massivas que se seguem desde a última quinta-feira demonstram que existe disposição do povo paraguaio para lutar e resistir.
Toda solidariedade aos trabalhadores paraguaios! Abaixo o golpe! Fora Franco!
http://www.marxismo.org.br/?q=content/resistir-ao-golpe-no-paraguai-romper-com-burguesia