CUBA, la revolución sigue más viva que nunca

Un 26, bajo el calor del Julio cubano a las 5 de la mañana dos hechos marcaron la historia, su historia, nuestra historia, la historia de todos los revolucionarios del mundo.

Dos actos heroicos al mismo tiempo haciendo frente a la dictadura batistiana. Las columnas comandadas por Fidel, Raúl y Abel asaltarían el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y otro grupo, el Cuartel Carlos M. de Céspedes en Bayamo. Esa acción patriótica y democrática -inspirada en el ideario libertador de José Martí- si bien no logró su objetivo militar inmediato; permitió mostrarle al pueblo cubano y del mundo, que muchos jóvenes estaban dispuestos a luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista y el régimen semi-colonial que imperaba en la isla, dando su vida por esa obra continuadora de las campañas de Céspedes, Maceo y Martí. Tras la cárcel, el exilio y la lucha guerrillera de Sierra Maestra, la Revolución Cubana se hizo realidad.

Hoy, 59 años después de aquel Moncada -y a más de 50 años de bloqueo económico- Cuba ha logrado muchos de los sueños y objetivos de aquellas épocas, como la reforma agraria, la educación para todos, el alto índice de salud y una vasta cultura para los más de 11 millones de cubanos y cubanas.

Hoy, 59 años después, se sigue homenajeando a aquellos héroes que dieron el puntapié inicial para la batalla más importante del siglo XX contra el imperialismo. Cada 26, en ese Moncada -hoy convertido en museo y ciudad escolar, pero sin dejar de recordar en cada pared, en cada escalón a quienes dieron la vida por la Patria- se celebra un año más de victorias en esta batalla de ideas. A la misma hora, 5 de la mañana, todos los 26, Santiago se viste de fiesta. Al ritmo del retumbar de las ametralladoras ingresan hoy, 59 años después, niños y niñas cubanos con sus lápices en mano, símbolo de uno de los más grandes e indiscutibles logros de la Revolución: sus armas son los lápices.

Ese espíritu del Mocada que rememoramos cada 26, es el espíritu de nuestra historia; es la historia de esos grandes hombres y mujeres como Fidel, Raúl, Camilo, Tania, el Che, que nos formaron en el camino de la Revolución. Es también la historia de Marcelo Feito y su lucha internacionalista en El Salvador; es la historia de Freddy Rojas y su lucha por una sociedad más justa en nuestro país; es la historia de Jorge Calvo y su lucha antifascista; es la historia de nuestra Fanny y su internacionalismo y solidaridad con los Pueblos. Es esa historia, que nos enorgullece, la historia del comunismo y la internacional proletaria, representadas en esa bandera de la estrella solitaria: la bandera cubana.

Ese espíritu del Moncada es ese que hoy descansa en nosotros, en el cumplir el desafío más importante que nuestros tiempos reclaman, en plasmar ese gran espíritu revolucionario, anticapitalista y antiimperialista en un movimiento juvenil que sea hacedor de la historia de nuestros tiempos.

La Historia los absolverá, nosotros ya los absolvimos.

¡Siempre es 26!

Ya estamos en combate.
Por defender la idea de todos los que han muerto.
Para arrojar a los malos del histórico Templo
Por el heroico gesto de Maceo,
Por la dulce memoria de Martí.
En nuestra sangre hierve el hado azaroso
De las generaciones que todo lo brindaron,
En nuestros brazos se alzan los sueños clamorosos
Que vibran en el alma superior del cubano.
Ya estamos en combate…
En nombre de las madres y de los hijos de nuestra tierra heroica
En nombre del honor y del decoro que construyó su historia
Por la estrofa magnífica del himno
“Que morir por la patria es vivir”.
La libertad anida entre los pechos que viven hombres
Y por verla en la estrella solitaria es un honor luchar
A la generación del centenario le caben los honores,
De construir la patria que soñara el Maestro Inmortal.
Ya estamos en combate… ¡Adelante!
Adelante hasta el nido superior de la gloria
Para que nazca en esta nueva aurora
La república digna y decorosa
Que fue el último anhelo de Chibás.
No importa que en la lucha caigan más héroes dignos
Serán más culpa y fango para el fiero tirano
Cuando se ama la patria como hermoso símbolo
Si no se tiene armas se pelea con las manos.
Ya estamos en combate… ¡Adelante!
De nuestra lucha heroica depende la Cuba verdadera
La furia loca de Gómez y Agramonte…
La lucha pura de Mella y de Guiteras…
Adelante, Cubanos… ¡Adelante!
Por nuestro honor de hombres ya estamos en combate
Pongamos en ridículo la actitud egoísta del Tirano
Luchemos hoy o nunca por una Cuba sin esclavos.
Sintamos en lo hondo la sed enfurecida de la patria
Pongamos en la cima del Turquino la Estrella Solitaria.

(“Ya estamos en combate”, Raúl Gómez García, asaltante del Moncada y poeta cubano)