“En Paraguay somos controlados y nuestros teléfonos intervenidos”
Fuente www.diariolarepublica.net Estuvo en nuestro país Marcelo Martinessi, a quien el gobierno de Federico Franco en Paraguay destituyera 24 horas después del Juicio Político a Fernando Lugo. Martinessi vino a un congreso de televisoras públicas, donde pidió apoyo internacional para que el proyecto cultural, social y educativo, con autonomía con respecto al poder político, siguiera adelante.
El cineasta paraguayo Marcelo Martinessi fue destituido de su cargo como director de la TV Pública de su país, 24 horas después de la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, el 22 de junio de 2012. La TV Pública, medio de comunicación estatal y con autonomía con respecto al gobierno, fue un espacio de resistencia y concentración ciudadana cuando Lugo fue destituido. Eso lo llevó a ser uno de los primeros objetivos del gobierno de Federico Franco al momento de asumir. Según Martinessi, quien horas antes de la destitución de Lugo grabó un mensaje junto a los trabajadores de TV Pública y un video donde se muestra a un enviado por Franco para pedir información sobre el canal de televisión “quienes estuvimos vinculados al proyecto sabemos que somos observados para ensuciar nuestra imagen”.
– ¿Qué lo hizo venir a Uruguay?
– Antes del golpe de Estado en Paraguay yo ya tenía planificado venir a Uruguay en el marco de la reunión de televisoras públicas, culturales y educativas de América Latina. A pesar de lo que pasó en Paraguay, me han invitado para conversar con los directores de otras televisoras públicas de la región sobre el caso de la TV Pública paraguaya en el momento del juicio político al presidente Fernando Lugo.
– ¿Cómo fue ese proceso?
– La TV Publica de Paraguay es un proyecto nuevo que se inauguró el 14 de mayo de 2011, y tiene transmisión de grilla desde diciembre de 2011. Estábamos empezando a generar un canal ciudadano. El presidente Lugo se comprometió a que sería un canal de la ciudadanía y no del gobierno y en ese sentido se hizo una construcción del canal con movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales, pueblos originarios y diversos grupos que de alguna forma estaban empujando el proyecto. Yo no soy político sino técnico, entonces, de alguna manera estaba al frente de este proyecto tratando que la ciudadanía sea protagonista. En seis meses tuvimos solo dos visitas de Fernando Lugo: en un caso fue por una entrevista que se le hizo como balance del año 2011, y la siguiente fue en 2012 con la inauguración en marzo de la Semana de la Memoria donde se recordó a quienes combatieron contra la dictadura. Pero la TV Pública se fue construyendo como un espacio ajeno a las tormentas gubernamentales. En el momento del Juicio Político, Federico Franco (actual presidente de Paraguay), nunca había aceptado ir a TV Pública por más que se le invitó varias veces.
– ¿Cómo surge lo del video donde se muestra primero el mensaje suyo con los trabajadores y después la intervención de un hombre identificado con el gobierno de Franco?
Fue cuando asumió Franco que nos dimos cuenta que podía cambiar bastante la orientación de la TV Pública. Esto se confirmó cuando a horas de asumir, antes del juicio nos empezaron a llamar por teléfono y nos decían que no mostráramos las manifestaciones, la plaza y demás. Ahí lo que hicimos fue grabar el mensaje público con los trabajadores de TV Pública, porque hasta ese momento no había ocurrido de que el Poder Ejecutivo tuviera incidencia directa en lo que emitía el canal. En el video, le pedimos a la gente que protegiera la TV Pública, el proyecto. Luego, quien entra al canal es una persona enviada por Franco, que irrumpe y pregunta cómo se manejan los equipos, desde dónde se emitía, etc. Se grabó la parte donde él ingresa, y cómo se le pide un papel que avale el cambio de programación solicitado y él no tenía nada para mostrar. Al día siguiente, el sábado 23, viene la resolución de destituirme. Yo me estuve negando todo el día a no transmitir manifestaciones ciudadanas que había en diversos espacios públicos. A 24 horas de la destitución de Lugo, el edificio de TV Pública se convirtió en un punto de resistencia y la gente se fue agolpando allí. De noche llegó Lugo y dio un discurso muy fuerte, tal vez más fuerte que el que dio en su destitución. Lugo dijo que no se había destituido a Lugo sino que se ha destituido a la Democracia. Y yo creo que efectivamente se dio un golpe de Estado parlamentario.
– ¿Qué pasa con los trabajadores de los medios de comunicación y en particular con los de TV Pública? ¿Se sienten presionados?
– Nosotros sabemos que en Paraguay estamos siendo controlados, que estarán interviniendo nuestras líneas telefónicas, que tratarán de buscarnos cualquier tipo de error, que querrán judicializar cosas, porque a ellos les conviene manchar la imagen de las personas, como en mi caso, que manejaba la TV Pública. Ellos (el gobierno) necesitan desprestigiar el trabajo que hicimos. De hecho lo están haciendo públicamente hablando de supuestos salarios millonarios, cosa que nunca se pudo probar. Creo que sí, hay una persecución política e ideológica a las personas que estuvieron vinculadas a la TV Pública, así como a otros proyectos sociales que a este gobierno (el actual) no le interesa continuar.
– ¿Qué ocurrió con el equipo de trabajo de TV Pública?
– Parte del equipo sigue trabajando, pero se está desarticulando porque no pagaron los salarios a muchas personas, entonces la gente tiene que salir a buscar otro trabajo. Hay gente que todavía no cobró. Por eso, una de las razones por las cuales yo vine a Uruguay es para pedir apoyo desde el exterior para que este proyecto pueda continuar con su autonomía, porque si bien el proyecto de TV Pública dependía económicamente del Poder Ejecutivo, Lugo nos daba autonomía.
– ¿Por qué fue uno de los primeros objetivos del nuevo gobierno, este canal en particular?
– Es que la TV Pública fue un punto de concentración y queja. Hubo en esos días (durante la destitución a Lugo y posteriormente) mucha gente afuera de TV Pública concentrándose, quejándose de lo que ocurría. Tal vez como TV Pública es identificada como un punto de resistencia por eso al gobierno de Franco no le interese seguir adelante con el proyecto.
– ¿Hubo apoyo de medios de comunicación al proceso de destitución de Lugo?
– Evidentemente el golpe de Estado tuvo apoyo de los grupos de poder, de los grupos de medios de comunicación pero también de la Iglesia Católica, lo cual nos hace sentir mucha vergüenza. Que la Iglesia le haya pedido a Lugo que renunciara y que haya incidido en este proceso fue fundamental para todo esto. Nosotros creemos que Lugo no fue destituido por las cosas que estaba haciendo mal sino por las cosas que estaba haciendo bien.