Apoyamos y nos solidarizamos con el movimiento y rebelión estudiantiles en Paraguay, con las luchas campesinas por la democratización de la tenencia de la tierra, con las luchas sindicales, con las movilizaciones ciudadanas contra la política neoliberal, antidemocrática y contra la política de criminalización de las luchas ciudadanas por parte del régimen imperante en el país.
Denunciamos el etnocidio y ecocidio puesto en práctica por el gobierno de Horacio Cartes contra los pueblos y naciones originarias; en violación flagrante de leyes nacionales y acuerdos internacionales a fin de imponer el modelo sojero extractivista de destrucción masiva de la madre naturaleza.
Nos posicionamos contra toda discriminación hacia la mujer y contra todo tipo de violencia psicológica, física, económica, cultural y laboral.
La Humanidad se encuentra en un momento crítico y promisorio. Rechazamos las guerras de agresión, las invasiones de Estados, la violencia con que riega el planeta el capitalismo en su fase neoliberal, poniendo en peligro constante la seguridad de toda la población planetaria y la paz internacional. Económicamente, el actual sistema es un mecanismo de injusticia, de exclusión y de apropiación por una minoría transnacional de la riqueza planetaria, sistema indisociable de la violencia desplegada contra toda la humanidad.
Es necesario salvar nuestro planeta, nuestra casa, de la destrucción de ecosistemas, de la degradación acelerada de la biodiversidad, de la utilización indiscriminada de los recursos naturales impulsada por los Estados desarrollados, principales responsables del cambio climático con su modelo de producción depredador, de la destrucción de la soberanía alimentaria por parte de conglomerados de corporaciones trasnacionales.
Pueblos y gobiernos están construyendo alternativas a este sistema de violencia, de destrucción y de exclusión, democratizando las relaciones económicas, comerciales y financieras, a favor de la recuperación de la soberanía nacional compartida, de la autodeterminación, de la paz internacional, de la creación de bloques e instituciones como contrapeso a la hegemonía neoliberal y como garantía de un mundo multipolar.
La actual ofensiva norteamericana, conjuntamente con la derecha regional, para detener y si fuera posible, desmantelar los procesos de integración regional, constituye un peligro para la estabilidad de toda la región y para la paz de los pueblos.
Apoyamos y expresamos nuestra solidaridad con los esfuerzos de transformación y de integración regional latinoamericana de los gobiernos y pueblos, como elemento y condición esenciales de un desarrollo endógeno sustentable, de la soberanía económica y política y de la soberanía alimentaria.
Rechazamos toda forma de colonialismo y neocolonialismo. Expresamos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo argentino por la recuperación de la soberanía sobre las Malvinas y la defensa de su proyecto nacional y popular.
Asimismo, manifestamos nuestro apoyo a la lucha del pueblo palestino a favor de la creación de un Estado y la autodeterminación del mismo.
Expresamos nuestra solidaridad con el gobierno democrático y el pueblo
de la República Bolivariana de Venezuela, acosados por políticas de agresión y de desestabilización por parte de corporaciones mediáticas y por los Estados Unidos.
Expresamos nuestro apoyo a la lucha encabezada por el pueblo y gobierno bolivianos, a favor del respeto a la madre naturaleza, contra el cambio climático, por la soberanía alimentaria y por la preservación del planeta.
Declaramos nuestra solidaridad con el pueblo y gobierno cubanos, que siguen sufriendo el ilegal e ilícito blocus norteamericano por más de cincuenta años. Reclamamos a los Estados Unidos el respeto al derecho internacional y a la levantando el bloqueo como lo exigió la Comunidad Internacional en la ONU.
Bregamos por la paz en Colombia, por la resolución del conflicto armado de más de cincuenta años que es una oportunidad para que el pueblo colombiano y los pueblos de la región, sigan construyendo la paz y la integración regional.
Finalmente, la plenaria rindió su homenaje a pensadores e intelectuales paraguayos comprometidos con el cambio social y la causa de los oprimidos, entre ellos, a Emilio Pérez Cháves, Ananías Maidana, Augusto Roa Bastos, Luis Casabianca, Tomás Palau y Juan Díaz Bordenave.
Asunción, Paraguay, 1 de noviembre de 2015