La salud pública es prioridad en Cuba
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La formación de especialistas para fortalecer el sistema de salud constituye una prioridad en el balcón del oriente cubano.
LAS TUNAS.—Muchos son los pilares en los que se sustenta el sistema de salud cubano. No se trata solo de los principios humanistas que lo distinguen, sino de los procesos que garantizan la estabilidad y calidad de los servicios. La formación de especialistas es, sin duda, una de las prioridades en función de tales objetivos.
Ciertos procesos como la migración, el envejecimiento, los programas para el robo de cerebros, la solicitud de bajas por motivos personales y el cumplimiento de los compromisos con otras naciones, generaron un déficit de personal especializado para enfrentar las ciencias particulares que comprende la Medicina. Ante esta situación, el paÃs puso en marcha estrategias que permitan responder, paulatinamente, a las necesidades existentes al respecto.
El balcón del oriente se insertó de forma activa en este proceso, y mientras en un lado de la balanza pesan grandes retos, en el otro, ya se acumulan resultados.
EL PRIMER PASO
El plan de formación de especialistas tiene varias premisas. En primer lugar está dirigido a los Médicos Generales Integrales y a los estomatólogos con igual categorÃa.
Luego, los egresados ubicados en zonas de difÃcil acceso que no han tenido la posibilidad de matricular en estas especialidades, los desmovilizados del Minint y los diplomantes que regresan de una misión internacionalista con evaluaciones satisfactorias.
Las plazas que no se cubren por estos conceptos, se les otorgan de manera excepcional a los estudiantes que están en el quinto año de EstomatologÃa y sexto de Medicina, por la denominada vÃa directa.
Sin embargo, desde hace dos cursos, el Ministerio de Salud Pública decidió retomar una modalidad que habÃa dejado de aplicarse, pero que se ajusta a las condiciones actuales. Se trata del internado vertical. Al respecto comentó Lidia MarÃa Ortiz González, directora de posgrado de la Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas.
«El internado vertical es una modalidad que permite responder, por lo general, a necesidades del territorio, o sea, especialidades que muestran un déficit de recursos humanos. La cantera fundamental es el movimiento de alumnos ayudantes Frank PaÃs, con un Ãndice académico elevado, con integralidad probada y en el otorgamiento participan factores como la UJC y la FEU».
La verticalización consiste en pasar el último año de la carrera vinculado a una especialidad. La modalidad tiene un programa que se relaciona mucho con el contenido del primer año de la formación del especialista, por lo tanto, una vez graduado, ese joven tiene la posibilidad de avanzar en su especialidad y concluirla en menor tiempo, sin que ello afecte la calidad de su formación.
Experiencias como la del joven Jorge Luis RodrÃguez Utria, residente de primer año de Obstetricia y GinecologÃa, avalan la pertinencia de esta decisión.
«Es una oportunidad muy buena para aquellos que aman una especialidad. Otros elementos muy positivos tienen relación con la tutorÃa, con las oportunidades que brinda la universidad para el estudio y sobre todo, porque la amplitud de los programas te permite avanzar mucho, en muy poco tiempo».
ELEMENTOS INDISPENSABLES
Un adecuado proceso de otorgamiento, el sacrificio y la disposición del residente o el escenario docente, no resultan suficientes para la preparación integral de un especialista. Existen aseguramientos materiales y de capital humano que no pueden despreciarse.
En este sentido se ha trabajado intensamente en el Hospital General Docente Dr. Ernesto Guevara de este territorio, que asume hoy la formación de 268 residentes.
Sobre este particular conversó con Granma el doctor Rabiel Cárdenas Peña, especialista de primer grado en Obstetricia y GinecologÃa y jefe del departamento de Docencia e Investigaciones.
«Actualmente tenemos un claustro de 280 profesores, de los cuales 31 ostentan la categorÃa de auxiliares y nueve, de gran experiencia, son consultantes. También hemos acreditado cursos para la categorización del personal, y tenemos en marcha un doctorado en Ciencias Pedagógicas y uno en Ciencias Particulares de la salud».
No obstante, ciertas especialidades presentan hoy una situación crÃtica en materia de personal docente, aspecto que también señaló el doctor Cárdenas.
«Nosotros tenemos lo que llamamos especialidades anémicas por el poco personal con el que cuentan, ese es el caso de ColonoproctologÃa, Quemados, GastroenterologÃa, AnatomÃa Patológica, EndocrinologÃa, NefrologÃa y GeriatrÃa que nos preocupan doblemente, porque solo cuentan con un profesor y un residente. Hay otras especialidades cuya demanda es cada vez más creciente, ese es el caso de CirugÃa, AnestesiologÃa y Reanimación y Obstetricia y GinecologÃa».
A pesar de estas dificultades, en el centro se graduaron 61 nuevos especialistas durante el 2016, constituyendo un impulso invaluable a los servicios hospitalarios.
EL CAMINO DIARIO HACIA LA META
Más allá de la modalidad por la cual se accede a una especialidad, o el conocimiento que a lo largo del pregrado se adquiera de ella, solo al enfrentarse de forma directa con las dinámicas de trabajo se conoce realmente de qué se trata. Por ello son vitales las estrategias empleadas en cada servicio, para garantizar que los residentes se identifiquen con la que será su profesión.
MayelÃn Suárez Tristá, especialista de primer grado en CirugÃa General, explicó que los residentes tienen un sistema de formación que se establece desde que llegan al servicio, sobre todo los que hicieron su internado vertical en la especialidad.
«Están ubicados por grupos básicos de trabajo y el profesor jefe de ese grupo es quien los atiende de forma directa, pero además existen dos profesores que los apadrinan por año y se les monta un sistema de trabajo donde existen varios escenarios docentes como el salón, los pases de visita, las guardias médicas, las consultas externas y otras estrategias, que nos permiten evaluarlos constantemente».
Para el experimentado profesor asistente, especialista en primer grado de AnestesiologÃa y Reanimación y en segundo grado de Medicina Intensiva, MartÃn VÃctor Tejeda Mariño, existen elementos tan vitales como las habilidades teóricas y prácticas.
«Además del sistema de evaluación que ellos tienen en su programa, hay otros aspectos con los que somos muy exigentes como la asistencia, la puntualidad, la responsabilidad ante el trabajo, porque esos valores forman parte de su formación integral».
Estos aspectos se complementan con exámenes modulares, seminarios, talleres, pases de año y rigurosos ejercicios de terminación de la especialidad. También existe el denominado plan adelanto, que parte de una solicitud personal, y da al residente la posibilidad de vencer en menor tiempo los diferentes módulos comprendidos para un curso, aunque ello implica dosis extra de esfuerzo y dedicación al estudio.
Aún falta mucho por hacer en materia de formación de especialistas, pero en este territorio no cesa la búsqueda de alternativas para garantizar que, en gran medida, ese proceso tenga lugar dentro de las instituciones locales y acorde con los parámetros establecidos.
Los nuevos tiempos traen cada vez mayores retos, pero en pos de mantener la solidez y el prestigio de nuestro sistema de salud, no se escatiman esfuerzos.
Fuente: Granma