OPINIÓN: Es momento de definiciones
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“Es de revolucionarios tomar posiciones en momentos que lo requieren”, sentenciaba Oscar Creydt en el marco de la conferencia de 1965 de la tri-continental, exigiendo que los diferentes partidos revolucionarios y sus referentes tomen una posición con respecto al debate de la línea a seguir por el movimiento comunista internacional (Soviética o China).
Más allá de las diferencias entre el escenario político aquella época y el nuestro de hoy día, es importante resaltar la validez del planteamiento de Creydt, ciertos momentos históricos requieren una definición, entiéndase una posición clara y que marque distancia de la tibieza de la ambigüedad.
En el Paraguay actualmente es víctima de una enorme confrontación dentro de las clases dominantes, agrupando por un lado al poder mediático, una facción del partido liberal y otra del partido colorado y teniendo enfrente al grupo Cartes, sus medios de comunicación y todo su poderío económico. En medio de esa disputa se encuentran pequeños partidos de la social democracia de derecha y el Frente Guasu con su proyecto político 2018, ambos grupos con una hoja de ruta clara, pero con años luz de distancia.
La segunda variable en el marco de esta enorme confrontación con un alto índice de violencia, también están en disputa dos proyectos políticos para el 2018, uno con candidatos digitados desde la embajada y de los poderes facticos, que promueven el terrorismo de estado como el Cartismo y las privatizaciones como el Efrainismo y otro con un candidato en el marco de un amplio frente popular.
La tercera variable en este confuso escenario esta la disputa entre dos formas de ver la crisis política y sus probables salidas, la primera de parte del poder mediático y sus acólitos, los cuales defienden su interpretación de la constitución nacional y pretenden que todos en el Paraguay la aceptemos sin objeción, amenazando incluso con violencia; por otro lado existe la propuesta de zanjar la crisis política de la manera que lo hacen las sociedades mínimamente democráticas, mediante las urnas y el voto popular.
Tomar postura
Teniendo un escenario político con tantas variables, la izquierda y los sectores populares solo tiene tres alternativas:
- Acomodarse en el marco de la supuesta “institucionalidad”, buscando la simpatía del poder mediático y aparentar ser un defensor de la tan violentanda democracia paraguaya y clamar por un falso estado de derecho que hace años no existe para los pobres de este país.
- Sumarse a una arriesgada alternativa, pero alternativa en fin, para tener un proyecto político propio en el 2018, el cual permita mayores oportunidades de crecimiento de los sectores populares, mediante la organización y la activa participación política en las esferas de decisiones.
- Quedarse al margen como un simple espectador, dictando cátedras de cómo se debería hacer política desde 4 paredes o los debates entre “los convencidos”, sin ningún tipo de incidencia o cercanías con el pueblo trabajador.
Con la primera y la tercera posición, solo se apunta a que las cosas sigan como están ahora, situación que nadie puede calificar como buena, la segunda posición nos llevaría a desconocido e inhóspito escenario, teniendo un referéndum donde por primera vez en casi 30 años, los partidos tradicionales irían realmente divididos, con dos posiciones antagónicas, sin hacer aun futurología sobre lo que pueda ocurrir luego.
En mi caso, por más arriesgado que sea, me juego con todas las fichas a la segunda posición, así como lo hace el Frente Guasu, en algún momento de la historia, la izquierda debía jugarse el todo por el todo, no por Lugo, sino por la necesidad de tener un proyecto propio que dispute el poder del estado, creo que el momento es este. Salud por el valor de aquellos quienes se juegan; es momento de tomar posiciones.
PD: A propósito de la semana santa, vale la recordación de una frase emblemática de Cristo, aunque sea de parte de un ateo.
“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
Apocalipsis 3:15-19
Autor: Álvaro Lo
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