¡Memoria y Discurso! El colapso de modernidad y los desafíos de la pluriversalidad.
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Por Daniel Andres Baez Brizuena**
danan1011@hotmail.com
En una reciente entrevista Walter Mignolo, semiólogo argentino, profesor de literatura en la Universidad de Duke, en Estados Unidos, una de las figuras centrales del pensamiento decolonial latinoamericano y cofundador del Grupo Modernidad/Colonialidad, publicada en IHU UNISINOS, cuyo título traducido del portugués “Siglo XXI: el colapso de la modernidad, el auge de la multipolaridad y los desafíos de la pluriversalidad”*, nos orienta a un cambio de mentalidad que alcanza lo político, lo social y lo cultural. Algunos de temas de esa entrevista desarrollaremos aquí como forma de llamar la atención de nuestros lectores para que lean la entrevista completa que disponibilizaremos el link al final de este artículo.
* Para el semiólogo, el concepto de ideología, no es una cosa mala o buena, mas necesita ser comprendido en un contexto y en la forma en que se elabora el enfoque sobre el tema. En este sentido, resalta: “La ideología no es como algo bueno o malo, sino un sistema de ideas. La ideología, en su sentido original, es un discurso sobre las ideas. En este sentido, la ideología implica que cada uno de estos actores también está reconstruyendo su propia memoria, su propia historia y su propio lenguaje, que habían sido depuestos por proyectos universales. ¿Qué significa decir que habían sido depuestos? Lo cual se había considerado de fondo, porque las lenguas que contaban la historia eran las lenguas occidentales modernas, que son seis: el italiano, el español, el portugués, que eran fuertes en el Renacimiento, el inglés, el alemán y el francés, que eran fuertes desde la Ilustración. Estos son los lenguajes que controlan todo el conocimiento de la ciencia, la filosofía, la política económica, las relaciones internacionales, etc. Entonces, la multipolaridad no es sólo la afirmación de estados fuertes que se apropian de la economía capitalista, sino de estados que también empiezan a reconstruir su propia forma de pensar y su propia forma de ser”.
* Por otro lado al ser cuestionado sobre el concepto de Pluriversalidad, Mignolo, destaca que este concepto necesita ser comprendido en un contexto especifico que consiste en el “colapso de la modernidad”, en este sentido, destaca: “La modernidad construyó un orden internacional unipolar, a partir de la escuela de Salamanca. Hugo Grotius quería lo mismo para el Imperio Holandés. John Locke quería lo mismo para el Imperio Británico. Pero, junto a la unipolaridad política y económica, la modernidad propuso e impuso –y triunfó– la idea de la universalidad del saber. Y eso también se está derrumbando. Lo que surge ahora es paralelo a la multipolaridad: la pluriversalidad. Pero la pluriversalidad no es un proyecto de Estado. Es un proyecto de sociedad política. Dentro y fuera de la universidad, artistas, activistas, periodistas, todos empezamos a darnos cuenta de que la universalidad del saber es una idea, un proyecto regional y provincial de occidente, que ha tergiversado las identidades, no las personales, sino las locales. Para resumir y concluir, el colapso de la modernidad es el colapso de la unipolaridad del orden mundial y la universalidad del conocimiento. Este colapso surge de las contradicciones internas, pero también de la afirmación de la multipolaridad y la decolonialidad. Decolonialidad no sólo en el sentido que yo y los que siguen a Quijano la entendemos, sino en un sentido más amplio. Muchos no hablan de decolonialidad, pero todo lo que estamos viendo con el surgimiento del antirracismo, el feminismo, la agenda LGBTI, la reconstitución de saberes indígenas en las Américas, Nueva Zelanda, África y Asia, todo esto es parte de la decolonialidad global. porque ya no podemos vivir queriendo ser lo que no somos, queriendo ser lo que la modernidad quiso que fuéramos. Espero haber dado una anatomía de la modernidad, por qué se derrumba y qué emerge de ese derrumbe. Está surgiendo un orden mundial, pero también local, doméstico, en cada estado, de decolonialidad”.
· Al ser cuestionado sobre cómo entender los conceptos de “multipolaridad”, “decolonialidad” y “desoccidentalización” a la luz de los proyectos de crisis de la modernidad, el semiólogo, muestra un camino de lectura posible, destacando: “Esos proyectos de la modernidad aspiraban a un orden mundial unipolar, es decir, que Occidente, unipolarmente, se proyectara y transformara todo el planeta y todas las formas de vida según el modelo de estos proyectos: cristiano, liberal, marxista y neoliberal. Eso es lo que se derrumba. Los proyectos de modernidad se derrumban porque han surgido proyectos de multipolaridad en el siglo XXI. Estos nuevos proyectos surgieron por dos motivos. Primero, porque el capitalismo hoy es global, pero, como un monstruo de Frankenstein, se escapó del laboratorio. Una de las razones que permite entender el derrumbe de la modernidad es que Occidente ya no controla una forma de economía que inventó y que solo pudo inventar por la colonización del mundo, por todas las riquezas que le llegaron de los tres continentes. El vocabulario de la multipolaridad es un vocabulario no occidental. Comienza en el este, con China y la reestructuración de Rusia. Tras el colapso de la Unión Soviética a principios del siglo XXI, Rusia se ha estado reconstruyendo y reconsolidando su poder estatal. Irán también comenzó a asociarse con ambos países y hoy son, como vemos, los tres principales enemigos del proyecto de expansión neoliberal. Por lo tanto, estamos hablando de un orden mundial multipolar, lo que significa que ya no hay un estado que sea el perro guardián del mundo y decida lo que está bien y lo que no está bien. Los Estados ya no quieren recibir instrucciones sobre cómo hacer las cosas y la multipolaridad es posible debido a la afirmación y riqueza económica de estos países, que les permite tomar decisiones políticas contundentes”.
* Otro cuestionamiento que sale a luz en la entrevista es ¿Cuál es la diferencia entre colonialidad y colonización? Mignolo, responde: “Por colonización entendemos varias cosas. Hablamos, por ejemplo, de la colonización del Imperio Romano, pero eso no nos interesa. Lo que nos interesa es el tipo de colonización que comienza después de 1500, es decir, la expansión de los estados monárquicos y nacionales europeos en el Atlántico, Iberia, Francia, Holanda, Inglaterra y EE.UU. Alemania e Italia tienen pequeñas colonias, pero no están al nivel de los estados atlánticos. Dicho esto, es interesante observar que el fascismo y el nazismo surgen en estos estados europeos que, de alguna manera, son marginales al poder del Atlántico, y el franquismo surge en España, el estado imperial que perdió su imperialidad a partir de 1898. Cuando empezamos a pensar en la colonialidad más que en la modernidad, empezamos a entender estas cosas. Si la matriz colonial del poder es un concepto decolonial, también es un concepto de colonialidad, y ninguno de ellos
son conceptos europeos o disciplinarios, sino decoloniales. El pensamiento decolonial se ejercita y entra en la creación de conceptos que nos permiten ver cosas que el concepto de modernidad no nos permite ver”.
El artículo citado, en su versión completa, puede ser encontrado en portugués en la página:
• https://www.ihu.unisinos.br/623338-seculo-xxi-o-colapso-da-modernidade-a-ascensao-da-multipolaridade-e-os-desafios-da-pluriversalidade-entrevista-especial-com-walter-mignolo
** Actualmente forma parte del cuerpo docente de la Universidad Estadual do Paraná – Brasil. Realiza investigación en varias áreas, como: Filosofía, Sociología, Ciencia Política, Marketing, Ciencias de las Religiones y Análisis del discurso.
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