Paraguay y la Operación especial Rusa en Ucrania
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Por Rubén Lisboa
En este mundo convulsionado y con el claro enfrentamiento entre el unilateralismo decadente y el multilateralismo emergente, el Presidente de Brasil Lula Da Silva recientemente electo, expresó declaraciones acertadas, que invitan a reflexionar y a tomar posición política, jurídica y filosófica sobre el mismo. El flamante presidente se reunió en Lisboa, Portugal, con su par de ese país, Marcelo Rebelo De Souza y sostuvo que allí nunca se equipararon las responsabilidades de Rusia y Ucrania en la guerra “Sé lo que es la invasión y lo que es la integridad territorial. Todos pensamos que Rusia cometió un error y ya lo hemos condenado en todas nuestras decisiones de la ONU. Pero creo que la guerra ha comenzado, la guerra debe detenerse ahora. Y para parar la guerra, tiene que haber alguien con quien hablar”.
Señor presidente de la República Federativa del Brasil, es hora de hablar entonces de la prolongada guerra que sostiene su país con el Paraguay, la infame guerra de la triple alianza, donde tres países se abalanzaron como hienas sobre el nuestro con la ayuda de potencias internacionales como Inglaterra, USA, cuando no, Italia, Francia, cuyas fragatas estaban estacionadas en Corrientes en caso de fracaso precisamente de la Marina de guerra de Brasil.
El Brasil y el presidente saben que solo se firmó un acuerdo de límites en dos oportunidades, una el 9 de enero de 1872 Loizaga-Cotegipe, y un Tratado complementario 21 de mayo 1872 Ibarra-Mangabeira, cuando aún Paraguay era ocupado por el régimen esclavista. Hasta hoy el acuerdo de Paz es inexistente, es decir, técnicamente la guerra continúa. Todo el extenso territorio de Matto Grosso do Sul, Brasil anexó por la fuerza y los Saltos del Guaira por presión militar, ante un gobierno criminal, ladrón, cobarde, como la dictadura de Stroessner. Pero como siempre las crisis son una ventana de oportunidades, supongo que el presidente de Brasil, a quien muchos en este país apoyamos, pondrá sus mejores esfuerzos para esa reparación histórica, estoy seguro que devolverán toda la documentación paraguaya confiscada, secuestrada, robada (no sé qué nombre darle) que son parte de la rica historia no sólo nuestra, sino que latinoamericana.
Estimo que pedirá a la Argentina que también devuelva los territorios usurpados al Paraguay, si bien este vecino ha tomado algunas iniciativas, pidiendo perdón al pueblo paraguayo y devolviendo algunos trofeos de guerra, pero no las suficientes. Seguro que estará en su espíritu sensible, presidente Lula devolver el Acre a Bolivia, el territorio en sur Santa Catarina reclamado por Argentina, la amazonia colombiana y peruana, sería coherente con los dichos arriba expresados y acto de estricta justicia con los pueblos hermanos.
Pero, me permito discrepar con el presidente Lula en el caso Ruso, mirando la historia, esos territorios reconquistados por la Federación Rusa pertenecen a una región llamada Nueva Rusia, que en un acto individual e inconsulto en la antigua URSS Nikita Kruschev (Ucraniano) el secretario general del PCUS entregó a Ucrania, el pueblo Ruso fue dejado de lado. En el año 2022 las autoridades actuales hicieron un referéndum y por una abrumadora mayoría decidieron volver a sus raíces.
El Brasil ocupó el Paraguay, le arrebató territorio y nunca más abordó ese tema. El pueblo paraguayo sigue esperando una explicación y reparación por ese inmenso daño que hasta hoy hace estragos en nuestra sociedad, nos dejaron dos partidos conservadores: Colorado y Liberal, que sólo nos sumieron en el atraso, la miseria, ignorancia… claro, no quieren aquel pujante y valiente país que forjaron el Dr. Francia, y los López.
Creo que todos los que amamos la paz estaremos exultantes de felicidad ante declaraciones tan acertadas, sería necesario ponernos rápidamente manos a la obra y reunir ambos pueblos y sus gobernantes y cerrar finalmente esa herida que hasta hoy día sigue sangrando.