OPINIÓN: Los Fundamentalistas Democráticos.
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Una de las causas profundas de la actual crisis se origina en un sector de la sociedad, que considera que existe una sola interpretación posible de la ley y la Constitución. Le llamamos fundamentalistas democráticos porque consideran que son los guardianes de los textos sagrados que solo ellos pueden interpretar correctamente.
Esta forma razonar se basa en certezas absolutas que determinan que existe una sola forma válida de pensar y obrar. En consecuencia su misión es difundir la verdad y consideran a los que sostienen opiniones contrarias como enemigos que quieren la violación de la Constitución y la destrucción de la democracia.
Para este sector la única solución posible es que el sector opuesto renuncie a sus opiniones y posiciones. Cuando la solución institucional y política no se produce de acuerdo a su verdad, pueden avanzar fácilmente hacia una violencia injustificada, ya que esa es la única manera de salvar al país.
Este tipo de intolerencia es una amenaza para la democracia. Aumenta la conflictividad política y social, porque se niegan a una salida política democrática de las diferencias.
El sistema democrático es un método de convivencia que exige admitir que existen interpretaciones contrapuestas, y que no podemos imponer que la nuestra prevalezca necesariamente. Cuando la sociedad está profundamente dividida, necesariamente debe apelarse a una salida institucional, que básicamente debe ser el voto en la Corte, o el voto del parlamento y la ciudadanía. Pero los fundamentalistas democráticos no quieren esta solución. Debe prevalecer su verdad. De lo contrario se justifica una guerra santa para salvar al país.
(*) Abogado y Economista