[ANALISIS] Entre brumas de ficción y engaños: La crisis del Estado, la lucha por el poder: violencia, intolerancia y quiebre de la convivencia civilizada.
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Las posiciones con respecto a la enmienda y el referéndum, mecanismos democráticos por excelencia, están tomadas y se radicalizan.
Los actos vandálicos de la quema del congreso, de destrucción de bienes públicos; las amenazas de muerte; las amenazas de agresión física, la muerte del joven militante del PLRA, los insultos, la propaganda violenta, difamatoria, mentirosa, desde medios privados corporativos de la comunicación; hablan de un proceso acelerado descomposición social. La intolerancia y la violencia, plantaron su bandera en Paraguay.
Se ha llegado, hemos llegado, a un estado de polarización de la sociedad; a un estadio de pérdida de racionalidad y al estado del desborde de pasiones. Tres de las tantas características de cualquier crisis social. Pero la nuestra, no es cualquier crisis.
Crisis social, crisis del Estado oligárquico creado en 1870, crisis de legitimidad, cuyo precedente es cercano: la disputa de poder que se abrió con el Golpe de Estado- crimen de lesa Patria- perpetrado en junio del 2012.
La clara pretensión de usurpación de la soberanía popular
Nadie, ningún grupo político, ningún grupo religioso o de religiosos, ningún grupo empresarial, ningún grupo de “iluminados e iluminadas”, puede pretender autoproclamarse guardián de los intereses de la soberanía popular y proclamarse ser la síntesis de la voluntad popular, tal cual pretenden algunos, con confusiones y engaños en medio de espesas brumas.
Es la posición más intolerante, más violenta, la más denigrante para la democracia; la más degradante para el pueblo. En política, en organización social; tiene un solo y único nombre: usurpación y ususrpadores de la voluntad popular.
La salida es institucional, Democrática y pacífica
Ante la intolerancia y la violencia que se logró imponer como agenda social, se encuentra una realidad bien concreta: nos encontramos al borde de la barbarie, del crimen colectivo entre paraguayos.
Es una situación impulsada, sobre todo, por grupos empresariales y otros, que como en el pasado, no dudarán en cometer los más horrendos crímenes. Ya participaron en la destrucción de su propio país con el genocidio de 1864-1860 y son los herederos.
Ante este peligro; la única salida racional es la institucional. La única salida de pacificación y diálogo posible: el terreno neutro del ejercicio de la soberanía popular. Que el único constituyente, el único sujeto en el que reside la soberanía popular decida. Por algo es garantía constitucional por excelencia!
La lucha no es entre una supuesta y falseada posibilidad de dictadura o democracia. La lucha es entre barbarie y democracia.
El pueblo, que tiene rostro de mujeres trabajadoras, de vendedoras del mercado 4, de obreros, de obreras; de campesinas mujeres, de madres, de campesinos sin tierra, de intelectuales, de académicos, de profesionales; de jóvenes; es el que debe decidir. No es un pueblo despreciable y a despreciar!
Es la única garantía de una salida civilizada, democrática y pacífica ante la amenaza de la instalación de la agenda de la violencia y la prepotencia como método de resolución de conflictos.
Las grandes cosas se encuentran en medio de las tempestades ( Heidegger).
Por Hugo Ruíz Díaz, Analista Político