Docente desarrolla clase conectada a un balón de oxígeno
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María Luisa es profesora, tiene 52 años y vive atada a un tanque de oxígeno debido a una fibrosis pulmonar. Seguía enseñando así por unos meses en el Colegio Nacional Espíritu Santo de Pirapó, Itapúa. Hace 2 meses solicitó su jubilación.
No pierde la sonrisa, alegre y emocionada, dijo estar eternamente agradecida con la comunidad de Pirapó. “Mis exalumnos, mis compañeros de trabajo, las autoridades locales, los chicos del colegio son muy atentos. Los funcionarios del Centro de Salud, no tengo palabras para agradecer. Una llamada nomas hago y en menos de 5 minutos ya están acá”, dijo.
Será sometida una cirugía de alto riesgo este viernes en un sanatorio de Obligado, “soy consciente del riesgo, me tienen que desconectar del tanque de oxígeno. No le tengo miedo a la muerte. Pero si con la operación hay una nueva oportunidad, quiero seguir viviendo si Dios quiere”, afirmó.
“Tengo que cambiar cuatro tanques de oxígenos mensualmente. Cada uno sale G. 250.000. Los medicamentos debo comprar todo y está muy caro. En un momento que no tenía más plata, me desesperé, luego aparecieron los vecinos y amigos a quienes les agradezco demasiado por no dejarme sola. La comunidad jamás me abandonó”, expresó.
La docente desde hace 3 años sufre de una fibrosis pulmonar. Vive en una vivienda del Colegio Nacional Espíritu Santo de Pirapó centro y ejerce la docencia hace 21 años en la misma institución.
Explicó que este viernes a las 17:00 será operada en un sanatorio privado de Obligado. “Los últimos tres años, pasé más tiempo en el hospital que en mi casa. Este viernes me tienen que desconectar del balón de oxígeno para la cirugía, ese es el riesgo. El costo es muy elevado porque es un sanatorio privado, tengo que pagar todo yo”, dijo.
Contó que solicitó al Ministerio de Educación su jubilación y está aguardando una pronta respuesta, “así conectada con el balón de oxígeno, me llevaron solo para firmar mi pedido a Asunción. Volví muy deteriorada, porque el viaje me hace mal”, expresó. “Nunca he pedido ayuda a nadie. Pero los que quieran solidarizarse, serán bienvenidos porque la cirugía es muy costosa”, comentó.
Foto: cadenadelsuritapua