Universidad pública para todos y todas
By ro2keim@gmail.com
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Estos días el Instituto Desarrollo informó el resultado de un estudio sobre acceso de jóvenes a la educación superior que da un resultado de que 7 de cada 10 jóvenes de entre 18 y 29 años no ingresan a la educación superior. El motivo principal es la escasez de recursos económicos. El estudio fue financiado por la Agencia norteamericana USAID. Según sus conclusiones, para salir de esta situación será necesario facilitar créditos educativos.
Esto es plantear soluciones dentro del modelo que produce el problema. Es decir, se tiene o no acceso a la educación superior si se tiene dinero. Aquí, con esta idea, te darán dinero, aunque tengas que endeudarte, y ya vas a la universidad. Y, seguramente, sus indicaciones se orientarán hacia algunas universidades privadas, con sus distintas ofertas, desde las más kañy hasta la más pintona.
La solución al problema no va por aquí. Tiene relación con todo el sistema social, económico y político de nuestro país: el Estado abandona a su juventud en manos del mercado, los deja en manos del monstruo.
La solución está diseñada y planteada ya por las mismas universidades que participaron en las conferencias regionales de educación superior, 1996, La Habana; 2008, Cartagena, Colombia; y, 2018, Córdoba, Argentina. En el Paraguay las universidades públicas y el CONES participaron recientemente de la Conferencia Regional y también de la Conferencia Mundial de Educación Superior.
Inspirados en la Reforma de Córdoba, 1918; la revolución estudiantil de México, la masacre de Tlatelolco, 1968; caso Ayotzinapa, 2014; UNA No Te Calles, 2015, las luchas estudiantiles y los pueblos latinoamericanos y Caribeños, laIII Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (2018) los participantes reafirmaron los postulados de la Educación Superior como un “bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado” (pág.6). Estos principios fueron acordados por toda las colectividades de la educación superior y están siendo gestionados en todos los Estados participantes porque se considera fundamental que la democratización del conocimiento sea aceptado como “un bien social, colectivo y estratégico, esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social y la integración solidaria latinoamericana y caribeña”, (UNESCO-IESALC, 2018, pág. 6)
Una política bien definida en este espacio es la lucha por la no mercantilización de la educación superior, pues es un derecho. Esto implica que los Estados deben financiar este derecho, la educación superior sobre la base de la equidad y oportunidad para todos y todas.
América Latina está construyendo su universidad desde su identidad y su proyecto. Mal se haría aceptar que entidades norteamericanas o europeas, centros hegemónicos y con la filosofía mercantilista por excelencia, impulsen estudios y propuestas a los gobiernos.
El estudio que presentó el Instituto de Desarrollo, estos días, está financiado por la USAID, agencia de un país mercantilista, por excelencia, y reinado del capitalismo.
La realidad que lograron captar, quien sabe por cuantos dólares, se conoce en el Paraguay y América Latina desde mucho antes. Hay estudios serios realizados por universidades públicas y centros de investigación que sirven de insumos suficientes para diseñar las universidades y todo el sistema de educación superior que respondan a la identidad, objetivos y soberanía de nuestros países.
Paraguay debe promover y crear universidades públicas. Ojalá todos los departamentos del país cuenten con una universidad pública y además se instalen otras universidades y centros de investigación públicos, y que, definitivamente, la educación superior deje de ser un botín más del capitalismo mundial.
Por Oscar R. Cáceres J
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