¡Memoria y Discurso! Visiones políticas y contradicciones sociales
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Por Daniel Andrés Baez Brizuena
Recientemente en un artículo publicado de su autoría y que lleva por título de “Visiones políticas y contradicciones sociales” Cándido Grzybowski, Doctor en Sociología por la Sorbona y ex director del Instituto Brasileño de Análisis Económico y Social – Ibase, dialoga y confronta dos temas de la actualidad. Brasil en los últimos tiempos fue sumergido a un grave proceso anticivilizatorio. El gobierno Bolsonaro instauró el caos social y el debilitamiento y en algunos casos el desaparecimiento de derechos conquistados históricamente a base de muchas luchas sociales de los trabajadores.
Para Grzybowski, “El mayor problema para el fortalecimiento de los derechos de los ciudadanos brasileños activos ante la difícil coyuntura conlleva un doble desafío. Por un lado, contener y desmantelar la amenaza fascista más inmediata. Por otro lado, y al mismo tiempo, renovar la perspectiva democrática y darle bases más sólidas y virtuosas como proceso transformador del capitalismo neoliberal al estilo brasileño y como forma de construir una sociedad más justa y sostenible, con igualdad de derechos en diversidad. Es un proceso largo y profundo, de muchas generaciones, pero que hay que afrontar desde aquí y ahora, como nuestro compromiso existencial. Así, considerando el desafío, debemos tener en cuenta que la tarea es deconstruir para construir, o construir destruyendo”
* El sociólogo, alerta, sobre la dificultad que será encarada en este proceso de reconstrucción que ahora le toca iniciar el gobierno Lula. En este sentido alerta: “Un desafío tan serio y urgente no se puede enfrentar sin ubicarlo en un contexto más amplio de crisis económicas, sociales, geopolíticas y civilizatorias del capitalismo en esta encrucijada histórica. Esta advertencia no es para desalentar la lucha, sino para tener en cuenta los múltiples procesos de interdependencia y contradicciones de todo tipo, desde lo local hasta lo global. Tendremos que explorar estrategicamente las posibilidades de nuestra acción dentro de los límites históricos dados hoy, para crear mayores posibilidades de éxito en el futuro. Cuidar de las personas es una perspectiva radical y transformadora para una forma democrática de alta intensidad de hacer las cosas frente al capitalismo. Pero, ¿cómo cuidar de las personas con todas las adversidades estructurales, económicas, sociales, culturales y políticas existentes?”
* Es importante comprender que la realidad vivenciada en Brasil o en Paraguay no se originó del día para la noche. El proceso de construcción de la destrucción de derechos sociales tiene una historia bien demarcada. Entre los hechos más marcantes de esta realidad, Grzybowski, coloca en la construcción de la hegemonía neoliberal, “la pérdida de intensidad del referente político democrático en todo el mundo se debe a la hegemonía del neoliberalismo desde las décadas de 1970 y 1980, como base del capitalismo globalizado controlado por las grandes corporaciones económicas y financieras. Se trata de la hegemonía de un capitalismo de accionistas, de especuladores en los grandes mercados, que priorizan la acumulación de valores y no la producción de bienes y servicios necesarios para vivir, sin importar el costo social, ecológico y político” (…) “Son muchas las contradicciones sociales que la hegemonía del neoliberalismo ha venido amplificando por el 1% más rico y el dominio absoluto del capitalismo. Las alternativas democráticas, que generaban cierta esperanza, tampoco fueron tan vigorosas. Incluso la socialdemocracia con el Estado de Bienestar, después de la Segunda Guerra Mundial, con su convivencia reglada del capitalismo, sin transformaciones estructurales más contundentes, no resistió los embates del neoliberalismo y el desmantelamiento de importantes conquistas de derechos, pues dependen del crecimiento del propio capitalismo. Una contradicción en sí misma, una restricción política a la democracia. El socialismo real, comandado por un poder burocrático fosilizado y dominante al mando del Estado, autoritario a su manera, fue incapaz de responder a las insatisfacciones y demandas de sus propias poblaciones y se rindió al capitalismo neoliberal, en 1989. Parecía que las alternativas a esto todo había desaparecido por completo”.
* Para el ex director del Instituto Brasileño de Análisis Económico y Social – Ibase, es necesario construir una autocrítica sin miedo de cuestionamiento para buscar desvendar mejor la realidad en que estamos inmerso, en este sentido, cuestiona: “Hablando de democracia, ¿dónde quedaron las clases trabajadoras, los movimientos sociales, los foros y las redes de ciudadanía, locales, nacionales, regionales, globales frente a la hegemonía neoliberal y su avance sobre el mundo entero? De todos modos, esta es también una pregunta ineludible para las ciudadanías activas –en mi definición– si queremos pensar la democracia frente al neoliberalismo. Después de todo, afirmo y reafirmo que las ciudadanías activas son las únicas fuerzas inspiradoras capaces de instaurar y constituir democracias enfocadas en el cuidado de las personas. Los ciudadanos lo hacen cuestionando conceptos, valores, propuestas dentro de la sociedad civil y en el ámbito político estatal, a través de su movilización y acción política contundente. Conquistando la hegemonía democrática, tienen la capacidad de generar un proceso virtuoso de transformaciones, como la historia misma lo ha demostrado de alguna manera”
* Finalmente, Grzybowski, lanza una alerta importante, sobre la necesidad de estar atento sobre la dinámica política y social en que estamos inmerso, “Es en este caldo social y político donde vuelve a crecer el fascismo, como propuesta de derecha a escala mundial. En esencia, más allá del sorprendente activismo en las redes y en las calles, y los éxitos electorales que ha ido conquistando, el “neofascismo” tiene poco de nuevo y mucho del viejo fascismo en sus concepciones. Sus propuestas apuntan a radicalizar el neoliberalismo para unos pocos, haciendo ajustes con una perspectiva autoritaria, nacionalista y moral, en nombre de “Dios, Patria y Familia”, para beneficiar a los “buenos” y eliminar a los “malos e indeseables”. Esto implica imponer un “ajuste político por exclusión social”, pura y simple, de las grandes mayorías “indeseables”: pobres, indígenas, negros, migrantes, diferentes, fracasados y opositores”
* Independientemente, sea en Brasil o Paraguay, la simetría y los movimientos son peculiares y semejantes. Basta analizar los acontecimientos desde una perspectiva comparativa e histórica, para entender en medio de las diferencias sean políticas o sociales que nos afectan.
El artículo citado, en su versión completa, puede ser encontrado en portugués en la página: https://www.ihu.unisinos.br/626546-visoes-politicas-e-contradicoes-sociais-artigo-de-candido-grzybowski
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** Actualmente forma parte del cuerpo docente de la Universidad Estadual do Paraná – Brasil. Realiza investigación en varias áreas, como: Filosofía, Sociología, Ciencia Política, Marketing, Ciencias de las Religiones y Análisis del discurso.