A los indígenas no hay que comprarles tierras, hay que devolvérselas
El avispero está movido en la Plaza Uruguaya lo cual es una manera de hacer ver el problema gravísimo y que no está ahí ni está en estos indígenas, según el antropólogo. La polémica que genera la queja de mucha gente que da argumentos como el mal olor, la suciedad y la imposibilidad de visitar el espacio público, y que suma determinado apoyo para el enrejado de la plaza, es quedarse en la superficie, muy en la superficie del problema real.
Cuando Meliá sostiene que a los indígenas no hay que comprarles tierras sino que devolvérselas, entra en terreno escabroso pues, por una parte, en cuanto a la compra, son paraguayos quienes están detrás de eso, queriendo lucrar con la venta de esas 7 mil hectáreas, “por un costo exorbitante cuando son incluso tierras de estero, que en gran parte no sirven. Entonces, esto es lucrar a costa de los indígenas pues encima hay comisiones sobre estas tierras”, afirma.
“Además, va contra cualquier sentido común comprar tierras para poner a pueblos diferentes que a las 3 semanas estarán otra vez peleados entre sí”, esto lo afirma Melià en alusión a las pocas luces que tienen autoridades y gente común sobre el trato que se debe dar a la problemática indígena. Viendo esto, él cree que no se puede abusar del dinero de la nación para satisfacer a negociados que se están tramando.
En conclusión, en esta situación de pobreza, de miseria, de desconcierto, de desintegración de las comunidades, está esa masa flotante que es aprovechada por los políticos. Lo de la Plaza Uruguaya, repite y enfatiza, no es problema de los indígenas, es problema de políticos paraguayos.
“Dejen a los indígenas en paz”
Bartomeu Melià – quien parece que de tanto repetirlo se cansó de aclarar que su nombre no es “Bartolomé”- se pregunta cuándo la Corte Suprema entenderá que lo que se usurpó a los indígenas fue un verdadero robo. Revisa la línea del tiempo y se queda en un punto. Esto viene de “los tiempos de Carlos Antonio López, agravado después de la guerra del 70”.
La Constitución Nacional es contundente al respecto y nos lo recuerda el karai Melià, pues dice que estas sociedades indígenas son anteriores a la constitución del Estado paraguayo. Y agrega que “Destruyen un pueblo, destruyen su organización interna… Por favor, déjenles en paz.”
“El problema de los indígenas en la Plaza Uruguaya no es un problema indígena, es un problema paraguayo”, opinó finalmente.