Limosna o espera, la política rural cartista
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Un buen ejemplo de lo que decimos arriba es lo ocurrido con las históricas tierras de Laterza Cue (Caaguazú), donde el oficialismo parlamentario y sus socios de la vieja oligarquía bloquearon la posibilidad de expropiar esas tierras. También el actual mandamás del Indert Justo Cárdenas tuvo que desandar pasos con la declaración del lugar como colonia de hecho.
¿Qué quedó? Pues, una salida de lo más torcida, que consiste en que la empresa sojera brasileña Bioenergy decidió “donar” 300 hectáreas a los campesinos, para redondear unas 500 en la colonia. Los viejos propietarios (familia Laterza), se quedaron sin nada, habiendo sido despojados históricamente de una gran superficie por la mafia sojera, aliada a las autoridades locales de la misma caña. El gobierno, para cerrar el trato, no invirtió un solo guaraní.
¿Astucia? –En realidad, es la política del Nuevo Rumbo, que no presupuesta casi nada en materia de compra de tierras pues, todo, o casi todo, lo somete a la caridad empresarial. ¿Eso es fruto del mentado Balance Social cartista?
En otras palabras, estas supuestas soluciones aprietan contra la pared a viejos luchadores del campo: Aceptan la limosna torcida, o esperan. Quién sabe cuánto.
Fuente foto: Última Hora
(*) Colaborador de esta página. Se siente indignado porque Horacio Cartes le considera un producto, cuando que todo ciudadano debería ser, por lo menos, un cliente.