¡Memoria y Discurso! El hombre tecnológico: entre lo humano y el algoritmo.
By Radio TV
Artículos Relacionados
Por Daniel Andres Baez Brizuena
No es novedad en los días actuales hablar del hombre tecnológico. Lo que es una cierta novedad es aproximar lo humano del algoritmo. En este artículo quiero presentar a usted, caro lector, dos análisis. La primera es de Paola Zampieri, que reflexiona en un reportaje sobre: “¿El hombre tecnológico: ¿protagonista o víctima?”. El segundo es una entrevista de Jorge Carrión, con el título: “Los humanos y los algoritmos somos compuestos híbridos”.
* Según Carrión, el algoritmo tiene sus límites, justamente en este límite se encuentra establecido, lo humano. “Un algoritmo no es capaz de establecer una conexión argumental entre dos fenómenos que parecen estar relacionados. El humano está ahí, experimentando y ensayando conexiones que no son evidentes. Y esto nos obliga a repensar prácticas como el trabajo escolar, el plagio, la evaluación. Cualquier tipo de práctica que hasta hace tres meses valía para evaluar el nivel académico, los conocimientos y la empleabilidad de una persona, ya no tiene sentido”, apunta el escritor español.
* Para Zampieri, el hombre actual se convirtió en consumidor y productor de imagen, “Nuestra autonomía tecnológica, sin embargo, es la otra cara de la dependencia. Nos hemos convertido en consumidores y productores de imágenes e información, unidos, por otra parte, por el destino de ser, todos nosotros, objeto de una clasificación cotidiana, que monitorea cada mínima actividad nuestra, transformándonos en una invisible mercancía de intercambio, que alimenta el proceso económico que nos hace disfrutar de la supuesta gratuidad de la web”, destaca.
* En esa realidad de dupla fase, encontramos según Carrión, “Una nueva tecnología cuestiona algunas profesiones, elimina otras y crea otras nuevas. Asimismo, para mí, el espíritu de esta época es la convivencia. Ahora, en 2023, ha surgido un nuevo trabajo que es el de especialista en escritura con algoritmos. Necesitas saber programar y necesitas saber escribir, y lo que haces es esbozar formas de personalizar los algoritmos para que escriban el tipo de texto que tu empresa necesita. Los algoritmos no tienen visión, ni concepto, ni línea editorial, ni contacto con el mundo real a nivel sensorial. Estas son ventajas que la gente debería usar y convertir en nuestro patrimonio y valor”, afirmó.
* Ya, para Zampieri, es importante observar los movimientos existentes dentro de la dinámica interna generada por los algoritmo: “Toda concesión tecnológica -dijo- es una concesión a alguien que está en otro lugar y marca una nueva forma de heteronimia sutil e invasiva (…) El debate sobre las fake news y la posverdad “nos hizo comprender que somos mucho más crédulos de lo que imaginábamos en el momento de la supuesta emancipación cultural de toda forma de autoridad y poder” (…) El otro lugar, por cierto, fue el hilo conductor del discurso: “Nuestra experiencia humana está cada vez más condicionada por la irrupción en nuestras vidas de lo que está en otra parte. La presencia continua de lo ausente se ha convertido ya en la marca de la transformación silenciosa de nuestras vidas” (…) El tiempo de la pandemia fue un acelerador de nuevas prácticas tecnológicas: las redes sociales y plataformas como Zoom o Teams permitieron superar las barreras espacio-temporales; Metaverso marca ahora la temporada de la simulación sensorial, visual, auditiva y en parte táctil en un entorno virtual tridimensional”, destacó.
* Carrión, al ser cuestionado sobre si es posible una relación horizontal entre nosotros y la tecnología, una dinámica más justa donde no exista el dominio de uno sobre el otro, el escritor español, destaca: “Creo que sí, porque lo contrario es distopía. O la distopía del humano que domina lo que considera indigno, y eso nos lleva a la esclavitud, a que las mujeres no voten… O al contrario, que es lo que sucede hoy, el control de los algoritmos sobre la bolsa, el campo de la ciencias económicas. (…) Hay que intentar pensarlo, en pequeños gestos: darse cuenta de que los aparatos son muy importantes en la vida, que lo artificial está en lo natural y viceversa. Para sacar el drama de esto: somos aliados, somos compuestos híbridos. No hay nada extraordinario al respecto. Y luego pensar que trabajamos en colaboración con otros humanos, vivos y muertos, y con máquinas. Estamos colaborando con todos”, afirmó.
* Finalmente, Zampieri, nos muestra un camino de reflexión, ante los desafíos que demarca el algoritmo y lo humano: “La historia de Occidente, sin embargo, está marcada por un divisor de aguas: el antes y el después del nacimiento de Cristo, que, de hecho, abarcó toda la historia de la humanidad. (…) Y de ahí, después, en cascada, cambia para siempre la consideración del ser humano, “ya no sólo criatura, sino él mismo ‘hijo’ de Dios que ahora podría llamarse Padre. Y la carne enferma dejó de ser maldición y culpa, para convertirse en lugar de amor, cuidado, participación, presencia de Dios”. (…) E incluso el otro lugar de la vida, que Platón soñaba como el lugar del alma, se abre a la resurrección de los cuerpos, para indicar una unidad de lo humano que permite pensar el espíritu como la forma misma de la corporeidad individual. “Si la historia de Occidente puede leerse a lo largo de estas marcas, la afirmación de la Presencia de la Trascendencia en la historia, que es la tesis de la Encarnación, se ofrece, sin embargo, como una reconciliación entre inmanencia y trascendencia, cambiando radicalmente la perspectiva: el sentido último de la existencia y del ser no está en otro lugar y el aquí y ahora no es la prisión histórica de lo humano”. (…) El vínculo con lo digital “está en el hecho de que la época contemporánea reintroduce, sin grandes alardes y sin pretensiones filosóficas, una imagen desencarnada del ser humano y de su experiencia existencial”. (…) Para privar de sentido al espíritu, basta transformar al hombre en una genérica máquina informacional que conecta y relaciona todo sin que ello suponga el obstáculo de la sustancia individual, de la subjetividad personal. “En el fondo, hoy, apreciar la diferencia ontológica del hombre, de su excedente espiritual, de su diferencia con toda máquina, exige reivindicar el valor de la corporeidad, porque el unicum del individuo no existe sin la carne. En efecto, es dentro de la carne que engendramos y es dentro de un vientre carnal que tomamos forma”.
Los artículos citados, en su versión completa, puede ser encontrado en portugués en la página:
* https://www.ihu.unisinos.br/627306-o-homem-tecnologico-protagonista-ou-vitima
—
** Actualmente forma parte del cuerpo docente de la Universidad Estadual do Paraná – Brasil. Realiza investigación en varias áreas, como: Filosofía, Sociología, Ciencia Política, Marketing, Ciencias de las Religiones y Análisis del discurso.
By Radio TV
