Un día como hoy liberaron de su secuestro a Juan Arrom y Anuncio Martí
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Fue un escándalo internacional en tiempos de «democracia». Juan y Anuncio, dos militantes sociales y políticos de la izquierda paraguaya sufrieron secuestro y torturas por parte de organismos de seguridad del Estado, además de entidades parapoliciales. Aquí hacemos un recuento histórico de lo publicado por medios en la época. Ambos fueron implicados durante su secuestro, en el caso de otro secuestro, el de la Señora María Edith Bordón de Debernardi.
ARROM Y MARTÍ RESCATADOS.
«Después de un operativo realizado – por familiares y miembros de la prensa – en una vivienda ubicada en Villa Elisa, Juan Arrom y Anuncio Martí fueron hallados con vida, el pasado miércoles 30 de enero de 2002, mostrando hematomas en diversas partes del cuerpo producto de las sesiones de torturas a los que fueron sometidos por parte de sus captores.
Las hermanas de Juan Arrom, Cristina y Marina, recibieron la información sobre el posible lugar del cautiverio en horas de la siesta, a través de una llamada anónima, realizada por vecinos de la zona. Se les avisó que presuntamente los desaparecidos se encontrarían en una vivienda ubicada en Mariscal Estigarribia casi Las Palmas, de Villa Elisa.
Sin saber con exactitud de cuál de las viviendas se trata las valientes hermanas realizaron un increíble trabajo de inteligencia, para salvar la vida a su hermano Juan y a Anuncio Martí. Deshaciéndose varias veces de sus perseguidores – los que las estaban persiguiendo en forma permanente desde la desaparición de los secuestrados – lograron a identificar la vivienda buscada e unir como un «arma» a tres medios de comunicación en las cercanías de la vivienda, sin que los perseguidores las hayan encontrado o hayan podido intervenir.
Una vez reunido a los periodistas de Telefuturo, Radio Ñanadutí y Abc Color, los micrófonos y las cámaras prendidas fueron el único escudo que tuvo el grupo al acercarse abiertamente a la vivienda. Tanto las hermanas como los periodistas y camarógrafos arriesgaron su vida al no saber con qué realmente se estarían enfrentando en la vivienda.
Su valor fue más fuerte que su miedo. Cuando los captadores se percataron de las cámaras prendidas huyeron de inmediato, abandonando en la vivienda a sus secuestrados Juan Arrom y Anuncio Martí.
Tanto Policía como Fiscalía estaban ausentes en el operativo «privado», ya que los familiares y amigos de los secuestrados sospecharon desde el inicio que se encontrarían en manos de fuerzas del orden del estado. El rescate solamente podía funcionar si no se incluía al estado en esta operación y una vez que este se entere de lo ocurrido, los rescatados cuenten con la protección de la opinión pública y la Defensoría del Pueblo.
El cronista de Radio Ñandutí Aníbal Emmery, participante en el operativo de rescate, narraba en directo los pormenores del suceso, juntos con otros medios de prensa. La Policía y los representantes del Ministerio Público llegaron al lugar de los hechos recién cuando todo había terminado. Sobre todo la Policía permaneció inoperante ante la situación y no quisieron entrar a la casa, alegando que necesitaban una orden de allanamiento.
Una vez liberados, Arrom y Martí fueron trasladados al sanatorio Migone, bajo la custodia y protección del Defensor Adjunto del Pueblo, Raúl Marín.
«Nos torturaron. Ellos querían que nos declaramos culpables del secuestro de Edith Bordón de Debernardi», narró Arrom, después de haber sido liberado por sus familiares.
La detención de Arrom y Martí, ambos activistas del movimiento izquierdista Patria Libre se produjo en la noche del jueves 17 de enero de 2002, cerca del colegio Cristo Rey (Asunción), donde comenzaron las torturas.
«Me pusieron bolsas de plástico como cuatro horas de seguido el jueves a la noche, me golpearon con una pistola en la cabeza, la garganta y en los testículos. Los tengo muy mal, los testículos, me golpearon mucho. Nos dijeron ‘ustedes van a desaparecer comunistas de mierda’, y cuando nos hundieron en el agua nos dijeron ‘despedite de tus hijos comunista de mierda’. Después de estar mucho bajo el agua me desvanecí, y no recuerdo más que pasó», contó Arrom.
«Nos llevaron al riacho San Francisco, allí yo presencié la tortura por ahogamiento de Juan y él presenció mi propia tortura. Nos decían que éramos comunistas», contó por su part Anuncio Martí. «Desde el jueves 17 de enero, a las 10 de la noche, hace 14 días que estamos esposados, nos torturan sistemáticamente. Hace 10 días dormimos con los ojos vendados sobre bolsas de trapos. Este (la casa donde fueron hallados – la Red.) es el tercer lugar al que nos trasladaron. No sabíamos dónde estuvimos, ni acá dónde estamos. Todo el tiempo estábamos vendados y encapuchados, y a la noche nos sacaban a pasear con los ojos vendados, a simular que nos iban a asesinar», relató Martí.
Martí siguió diciendo: «Nos llevaron a lugares que no conocemos, hacían ruidos que cavaban fosas para enterrarnos supuestamente, y nos hacían preguntas sobre Patria Libre, sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, sobre todas las cuestiones políticas e ideológicas, y en todo momento nos preguntaban cosas relacionadas a la casa donde estaba la señora Edith Bordón y nosotros no sabemos nada. Somos inocentes y nos consideramos perseguidos políticos. Aquí se han violado todas las garantías constitucionales con nosotros», agregó Martí.
Aún días después del rescate de Arrom y Martí la fiscalía sostiene las órdenes de captura contra ellos e insisten que las mismas deben ser cumplidas por la Policía, según lo afirmado por el agente fiscal Hugo Velázquez.
Tras el rescate, el representante del Ministerio Público se mostró sorprendido por la aparición de los dos dirigentes del movimiento Patria Libre, a quienes Velázquez imputa como supuestos integrantes de la banda que secuestró a María Edith de Debernardi, quien a su vez fue liberada luego de 64 días de cautiverio, tras el pago de un recate por parte de sus familiares.
Velázquez dijo que es bueno que tanto Arrom como Martí hayan aparecido con vida, pero que la Fiscalía a su cargo tiene suficientes elementos que los vincularían con la desaparición de la esposa de Antonio Debernardi.
Remarcó que deben declarar ante la Justicia a fin de que se puedan confrontar las posiciones y llegar a la verdad con referencia al secuestro.
Juan Arrom y Anuncio Martí se consideran perseguidos políticos por sus ideologías y se declararon inocentes de las acusaciones que los relacionan con el secuestro de la señora María Edith de Debernardi.
Ambos referentes de Patria Libre efectuaron un macabro relato sobre la forma en que fueron torturados durante los 14 días en que estuvieron desaparecidos.
Tanto Arrom y Martí no saben quiénes eran sus verdugos, pero al parecer se trataba de personas pertenecientes al equipo de Investigación Judicial, pues hablaban de ese tema cuando los vigilaban.
Los secuestradores pretendían que Arrom y Martí se declaren culpables en el caso de Debernardi e involucren en el delito a un empresario y político, cuyo nombre darán a conocer tras tener asesoramiento de un abogado.
«No queremos adelantar, hay muchas cosas, queremos hablar primero con los abogados. Querían saber todo de nuestra organización, de nuestros dirigentes, nos dijeron que nos iban a agarrar a todos, que le iban a hacer desaparecer a todos. Nos decían en todo momento que nosotros estábamos desaparecidos, y que no nos iban a presentar ante la Justicia hasta que desaparezcan los rastros de tortura», dijo Arrom ante los periodistas frente a la casa donde fueron hallados finalmente tras la búsqueda incesante de sus familiares».
Fuente: http://nuncamas.pyglobal.com/cronica1.php
CRUDO RELATO DE TERROR
Juan Arrom había relatado pormenores de su secuestro en una entrevista al Periódico ULTIMA HORA, aquí transcribimos parte de la misma.
ENTERVISTA A JUAN ARROM
«Yo voy a arreglar esto, me dijo Silvio Ferreira»
(Fuente Última Hora)
«Silvio Ferreira subió a la camioneta donde yo estaba. Le dije: mirá lo que me hicieron. Esta es una persecución política. Fijáte como estoy. Sacáme de acá. Nosotros no tenemos nada que ver con esto. Él me dijo: No te preocupes. Voy a hablar con el ministro del Interior para ver qué podemos hacer…».
Así relata Juan Arrom, en medio de lágrimas y prolongados silencios, un momento clave de lo que le sucedió. El periodista de ?ltima Hora lo observa. En cinco ocasiones debió interrumpirse la entrevista porque al entrevistado se le aceleraba el pulso. La charla, en la que saltan detalles desconocidos del polémico caso secuestro, dura más de una hora. Están presentes, además, una médica, su hermana Cristina y otras personas.
Según el entrevistado, el encuentro con el ministro Silvio Ferreira habría sucedido 12 días antes de que Arrom y Anuncio Martí fueran rescatados, en la zona de Arroyo Seco, Villa Elisa, cerca de la casa donde permanecían secuestrados al principio, en las calles Mongelós y Alonso, la misma vivienda identificada como Base 3, que después fue allanada por la Fiscalía de Derechos Humanos y que sería propiedad del comisario Antonio Saturnino Gamarra, de Investigación de Delitos.
Todo se originó durante una de las sesiones de torturas, cuando Arrom, tratando de detener los apremios, les dice a sus verdugos que la firma de una declaración montada para culparse e implicar a miembros de Patria Libre, liberales y el oviedismo «puede negociarse con alguna autoridad». Le niegan los nombres de los obispos Fernando Lugo y Melanio Medina, pero ofrecen otro.
«¿Querés hablar con el ministro del Interior, con quién..?, me preguntaron. Puedo hablar con Silvio Ferreira, les dije. Yo le conozco a él (fueron compañeros en el desaparecido Movimiento Democrático Popular). Entonces me dicen: Seguro, pero si vas a colaborar», relata Juan.
Sigue contando de que media hora después lo sacaron en un vehículo Peugeot blanco de 4 puertas, pasaron el Acceso Sur y pararon en un baldío. «Se acercó una camioneta de color plateado, montero, último modelo. Los policías que estaban conmigo dijeron: Ahí viene Cazal (posiblemente Javier, director del Centro de Investigaciones Judiciales)», relata.
Del vehículo solo bajó Silvio Ferreira. «Subió a la camioneta donde yo estaba. Los guardias bajaron y quedamos solos. Le dije: mirá lo que me hicieron. Silvio, esta es una persecución política. Me reventaron. Fijáte cómo estoy. Me duele todo el cuerpo. Estoy mal, sacáme de acá. Nosotros no tenemos nada que ver con esto. Esta cuestión de Marcos ?lvarez es una intriga política contra nosotros y no solo quieren implicarnos sino a otros sectores (también). Quieren que yo firme involucrándole a otra gente», sigue narrando.
La respuesta que Arrom recibió de Ferreira fue pausada y aparentemente tranquila: «No te preocupes, yo voy a tratar de arreglar esto. Yo no sabía que vos estabas acá (cosa que da para dudar, alega el entrevistado). Voy a ir a hablar ahora mismo con el ministro del Interior para ver qué podemos hacer».
La llamada
Lo regresaron a la vivienda. Media hora después, siempre según el testimonio de Arrom, en el teléfono celular de uno de los captores llama el ministro del Interior, Julio César Fanego. «Me dice, acá estoy con el ministro Ferreira, si vas a colaborar te vamos a dar todas las garantías, no te preocupes, no se te va a tocar, tranquilizáte nomás. Vamos a arreglar. Tenemos preparados documentos para que vos firmes, ya ahí te van a explicar todo», rememora.
Alega que los documentos referidos eran declaraciones fraguadas suyas en donde se involucraba a miembros de Patria Libre (sin decirle los nombres), a Lino Oviedo, (Conrado) Pappalardo, Aldo Zuccolillo y Alfredo Jaeggli bajo cargo de haber financiado el frustrado golpe de mayo de 2000. Arrom indica que se resistió a hacer lo que le pedían porque «no soy un traidor para acusarle a mis compañeros de causa. A otra gente tampoco les voy a acusar porque no voy a actuar de testigo falso».
En respuesta a su negativa le vendaron los ojos y lo llevaron a buscar direcciones de integrantes de Patria Libre. En el vehículo _señala_ le interrogó un hombre que dijo ser del grupo Antiterrorista de la Policía. La requisitoria giró sobre un supuesto plan de desestabilización y levantamiento contra el Gobierno, vinculado al oviedismo y los liberales, la tenencia de armas y su nexo con las FARC de Colombia.
Al no obtener las respuestas deseadas _explica Arrom_ el interrogador le amenazó que al día siguiente lo llevarían a la sección Antiterrorista de la Policía donde expertos chilenos, argentinos y brasileños «van a trabajar sobre vos». También le advirtió que «en este momento se les está por traer a tus hijos y si seguís sin hablar les vamos a asesinar frente a vos».
El operativo _menciona_ estaba a cargo del subcomisario Antonio Gamarra, quien permanentemente iba a verificar cómo estaban y a hablar con ellos a cara descubierta. Todos los guardias usaban pistolas y estaban de particular.
Arrom sostiene que el fiscal Hugo Velázquez y sus acompañantes Sandra Quiñónez y Cinthya Lovera sabían de su detención ilegal y tortura. «Permanentemente me decían: Si estás de acuerdo, en cualquier momento vamos a firmar con el fiscal. Cómo me iba a recibir en esas condiciones para firmar. Es imposible. Tuvieron que estar enterados».
«A Guillermo lo presionaron»
Juan Arrom rechaza las acusaciones vertidas en su contra por su cuñado Guillermo Bordón, de quien dice «es una persona muy maleable» y que «fue presionado» para inculparle.
«Me parece su testimonio muy endeble. Le aprecio a Guillermo. Pero es una persona muy maleable, cambia mucho de posición. Creo que fue presionado. Realmente me da lástima la situación en que está. Es una persona muy noble, pero endeble, y creo que le presionaron para que declare», dijo en la entrevista con ?ltima Hora.
Bordón había señalado que Arrom aparecía siempre que se encontraban en la casa las cartas que enviaban los secuestradores de María Edith de Debernardi. Con esa declaración, la fiscalía estableció la inculpación.
«¿Por qué ibas todos los días a la casa de Guillermo Bordón?», le preguntamos.
«Esa no es su casa. Es la casa de mi madre. A ella la visito normalmente. La llevo al médico, la saco a pasear, ella es una persona enferma y necesita mucha atención. Normalmente, la estaba visitando. Que coincida o no con que se hayan comunicado con los secuestradores y yo haya estado por ahí ocasionalmente, escapa a mi conocimiento. No tengo idea de qué negociación, cómo ni por dónde negociaron», respondió.
Arrom negó haber indagado en profundidad sobre el secuestro de la Debernardi y alegó que manejaba información general. «Nunca profundicé con ellos de los detalles. Por respeto, por la privacidad y delicadeza. Nunca traté de sacar información»,dijo.
RENUNCIA EL MINISTRO DEL INTERIOR FANEGO
CNN hacía una nota sobre la renuncia del entonces Ministro del Interior al enterarse de la aparición con vida y la denuncia de secuestro y tortura por parte de ambos luchadores sociales.RENUNCIA EL MINISTRO DEL INTERIOR.
El ministro del Interior de Paraguay, Julio Fanego, puso el jueves su cargo a disposicion del presidente Luis Gonzalez Macchi, un dia despues de que aparecieran dos politicos de izquierda presuntamente secuestrados y torturados por policias. |
(Paraguay) «El ministro del Interior, en un hecho etico, ha presentado su renuncia. No la he aceptado», dijo Gonzalez Macchi a periodistas. «La estoy estudiando, pero creo que necesitamos un informe bastante acabado de parte de la fiscalia y la policia antes de tomar una decision».
«Estos hechos se van a esclarecer, se deben esclarecer, y el que sea culpable, que pague», agrego.
Juan Arrom, jefe del izquierdista Movimiento Patria Libre, dijo el miercoles tras ser hallado por familiares y periodistas que fue secuestrado el 17 de enero por policias de civil que lo torturaron salvajemente.
Una junta medica determino que las graves lesiones exhibidas a la television por ambos afectados fueron, efectivamente, producto de apremios ilegales prohibidos por las leyes paraguayas.
«Arrom tiene heridas lacerantes y traumas en toda el area lumbar, los testiculos con edema y hematomas y se�ales de golpes por todo el cuerpo», dijo a Reuters el medico Hector Lacognata, uno de los examinadores. «No se puede negar que sean producto de hechos de tortura».
La denuncia fue iniciada por el defensor de derechos humanos del estado, Raul Marin, quien aseguro que «todas las pruebas apuntan a la misma policia, que habria conformado un comando encargado de hacer un operativo ilicito».
«Nos torturaron sistematicamente, nos sometieron a ahogamiento en un rio y quisieron obligarnos a declararnos culpables e incriminar a varias personas», dijo Arrom a periodistas. La policia acusaba a Arrom por el secuestro de Maria Edith Bordon, esposa de un acaudalado empresario de la construccion.
Bordon fue liberada el 19 de enero, tras 64 dias de secuestro, despues de que su marido, Antonio Debernardi, pagara 2,2 millones de dolares de rescate.
Arrom y su segundo, el periodista Anuncio Marti, fueron secuestrados por hombres armados que inicialmente no dieron a conocer su identidad.
Tres personas de Patria Libre fueron detenidas bajo sospecha de haber participado en el secuestro de Bordon. Los investigadores sugirieron que se trataba de un secuestro para recaudar fondos destinados a constituir un movimiento guerrillero.
La policia dijo durante los 14 dias de desaparicion de Arrom y Marti que los tenia rodeados en alguna localidad al norte de Asuncion.
Los dos politicos quedaron internados en un hospital privado bajo custodia medica. Patria Libre, que se define como un movimiento marxista y antiimperialista, fue creado en 1990 bajo el liderazgo de Arrom y segun medios de comunicacion de Paraguay, se ha declarado simpatizante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal fuerza guerrillera de ese pais.
Familiares de Arrom dijeron que localizaron a los detenidos gracias a una llamada telefonica anonima.
Nota Completa: CNN.com
Paraguay01/02/2002